Visiones de un futuro posible: de sexo, robots y ciencia ficción

 

Puede que a muchos les suene a ciencia ficción, pero lo cierto es que no es la primera vez que oímos hablar de robots como la pareja perfecta, incluso para la práctica sexual. La tecnología se aplica para intentar paliar la falta de pareja ofreciendo una alternativa cibernética. Pero, ¿hasta donde ha avanzado la ciencia? Vamos a hacer un repaso a lo que puede ser un futuro posible, de sexo, robots y ciencia ficción.

Lo cierto es que los robots y las máquinas han sustituido a los hombres en una gran cantidad de tareas. Normalmente lo enfocamos desde el punto de vista laboral, pero también en el de relaciones personales o sexual se han producido avances importantes para ambos sexos. Vibradores y muñecas son cada día más sofisticados para satisfacer sexualmente nuestras necesidades. Sin embargo falta algo, las emociones, la interacción, que nuestro compañero cibernético reacciones a nuestras caricias o palabras. Pero no está tan lejos como parece.

Robots sexuales como compañeros habituales en 2050

Lo cierto es que si miramos el realismo de algunas muñecas sexuales japonesas resulta realmente sorprendente. No es algo que venga de ahora, llevamos años con este tipo de muñecos que imitan de forma realista a nuestras parejas y que incluso están pensados para fingir el orgasmo. Ahora quizás lo que falta es la inteligencia artificial que de a estos muñecos capacidad para recordar, tener emociones programadas, etc.

En un estudio publicado por PewResearch en 2014, los principales expertos en humanoides, robots e inteligencia artificial dan su visión sobre el avance y la demanda potencial de los robots sexuales a medio plazo. Stowe Boyd, de Gigaom Research afirma que los robots sexuales serán una realidad en 2025, aunque tendrán que vencer un cierto desprecio social para aquellos que deciden utilizar estos humanoides o renunciar a buscar pareja por disponer de un robot que cumple con sus necesidades sexuales.

David Levy, autor del libro “Amor y sexo con robots”, vaticinaba que en 2050 tendríamos robots diseñados para satisfacer nuestras necesidades sexuales y afectivas. Levy es un experto en inteligencia artificial, que entre otras cuestiones está trabajando actualmente en una aplicación que nos permita dar besos a distancia.

Más que un problema técnico, una cuestión filosófica

mano robot

Vistos los avances en la creación de muñecos cada vez más reales y en inteligencia artificial, parece que más que un problema técnico, el sexo con robots se trata de una cuestión moral donde podríamos situar el debate en los próximos años. ¿Tienen todo lo que necesitamos para convertirse en los amantes perfectos? Es difícil aceptar que también podemos ser reemplazados por máquinas en este terreno.

Pero más allá de esta cuestión hay que considerar cómo reaccionarían las personas que no tienen pareja, que pueden mostrar cierta apatía a la hora de buscar una relación humana ya que tienen todas sus necesidades cubiertas. Algo de esto ya ocurre en Japón, donde las muñecas sexuales son tan realistas que para muchos será suficiente. La verdad es que aquí tenemos que considerar cuestiones como el miedo al fracaso, la inseguridad, ansiedad, etc. que pueden producirse en la búsqueda de una relación.

Estas reticencias iniciales a mantener sexo con robots no son tantas como parecen. En una encuesta realizada en Reino Unido sobre esta cuestión el 46% de los encuestados se manifestaba a favor. Al igual que ha pasado en los ámbitos laborales, siempre existe un cierto “movimiento ludita” en contra de las máquinas, pero tarde o temprano se acaba aceptando. Claro que hasta ahora los robots nos sustituían en labores ingratas, no en las más placenteras.

Pero quizás esto también lo hemos visto en otros momentos con el uso de la tecnología como ayuda de las relaciones sociales, humanas, la búsqueda de pareja, etc. Donde hasta no hace mucho tiempo, los que utilizaban Internet como medio para conocer gente, para “ligar” eran los raros o inadaptados. Y tarde o temprano esta aceptación de este tipo de relaciones acabarán por ser aceptadas.

Más allá de todo esto el problema puede surgir con las personas que ya tienen pareja. ¿Somos infieles con un vibrador o con una muñeca? ¿Nos podemos enamorar de un robot? Lo cierto es que no sería la primera vez que hemos visto como alguien se enamora de un personaje de ficción, en un videojuego, en un mundo virtual, etc.

Con los robots sexuales que están por llegar la cosa se complica todavía un poco más. Estamos hablando de humanoides con aspecto muy similar a nosotros, que al principio serán un poco más burdos, pero que luego será complicado de distinguir. Tal vez el futuro que nos espera está en lo que nos ha contado el cine de las relaciones con robots. La ciencia ficción ha anticipado muchos de estos problemas, sobre todo en el aspecto moral, de este tipo de relaciones.

 

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