Ir a juicio no es plato de buen gusto, pero cuando las autoridades de un país dictaminan una sanción frente a un comportamiento que viola las leyes no hay otra opción. De este tipo de procesos no se libra nadie, ni siquiera las grandes empresas como Apple, la cual tendrá que pagar 13.000 millones de euros a la Unión Europea por asuntos fiscales.
No es la única compañía que hoy ha recibido una multa, ya que Google también tendrá que ajustar cuentas con la UE aunque con menos cuantía y por motivos totalmente distintos a la compañía con sede en Cupertino.
Un caso que se remonta al 2016
Apple es una de las compañías más fuertes del sector tecnológico y parece que ha tenido una resaca de su presentación de sus nuevos teléfonos un tanto agridulce. La parte buena ha sido precisamente mostrar al mundo sus últimos avances en telefonía, pero la parte mala traerá consigo un problema monetario que afectará directamente a sus arcas.
Resulta que la compañía californiana ha estado envuelta en una investigación por parte de la Unión Europea por problemas fiscales en 2016. Puede que esto te parezca algo inconexo por la diferencia geográfica que hay, pero la intervención del organismo del viejo continente se debe a las operaciones de la manzana mordida en Irlanda, donde tiene sede.
Al parecer, la acusación ha tenido en cuenta a una serie de beneficios fiscales catalogados como ilegales en Irlanda, desde hace dos décadas. La Comisión ordenó a Irlanda la recaudación de esta cuantía en 2016, pero el juicio no se ha cerrado hasta cuando ya se han presentado todos los recursos.
Google acusada por abusar de una posición dominante
Pero las malas noticias no solo han llegado a la casa de Tim Cook. En Mountain View también se han enfrentado recientemente a la Unión Europea, pero los motivos han sido otros. Concretamente, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha sido el organismo que ha determinado que la compañía tendrá que pagar nada menos que 2.400 millones de euros por tener una posición dominante en el mercado.
Aunque la cuantía es menor, no deja de ser una llamada de atención de la Unión Europea para garantizar, por un lado, el pago de los impuestos requeridos por todas las empresas y, en segundo lugar, que una empresa puede ser líder en su sector, pero debe controlar sus acciones para no mostrar una posición excesivamente dominante en un mercado frente a sus rivales.
En ambos casos, se han presentado todos los recursos posibles y se han agotado todas las vías para evitar sanciones, aunque, como puedes observar, lo único que se ha conseguido ha sido prologar el tiempo en que se ha dictado sentencia que se resolverá con el pago de ambas multas.
Imagen | Esteban Romero