Si eres usuario de un ordenador seguramente te has encontrado en la tesitura de tener un montón de archivos distribuidos por la pantalla o incluso por las diferentes carpetas que utilizas día tras día. No podemos juzgarte de cómo organizas tu máquina, pero si podemos ayudarte a tomar las mejores decisiones para que el espacio de tu disco duro se organice de manera más eficiente. El problema está en que muchos usuarios ven la acción de comprimir una carpeta para ahorrar espacio, pero hoy te vamos a contar si es o no una buena idea.
La fuente ayudará a que una carpeta con archivos pesados sea algo más ligera lo que puede ayudarte en algunos casos y perjudicarte en otros como vas a ver a continuación.
Qué es una carpeta comprimida
Los que utilizan a diario un ordenador sabe lo importante que es tener a mano esos archivos que utilizan a diario. Una vez te manejes con las carpetas todo es coser y cantar aunque muchos buscan una solución para que tantos archivos no ocupen tanto espacio como se esperan. Por desgracia, esto es una utopía aunque para paliar los efectos están las carpetas comprimidas.
Seguramente te habrás encontrado con alguna de ellas en algún momento y tanto para leerlas como para extraer los archivos ahora has necesitado la ayuda de algún programa que puedes descargar de manera gratuita a través de Internet. De hecho, hay archivos que puedes fragmentar en diferentes partes más pequeñas para facilitar su envío, aunque esto también tiene sus contras.
En general es una forma de conseguir que una carpeta pese menos de lo que en realidad pone a hacer clic en las propiedades de una carpeta, pero la gran pregunta es si merece o no la pena pasar por este procedimiento.
Beneficios y problemas de crear una carpeta compartida
Ahora ya sabes lo que son las carpetas compartidas vamos a pasar a hacer un breve análisis de lo que te pueden aportar o incluso quitar ya que no todo tiene una parte buena. Es más, no solamente puedes comprimir carpetas, también discos duros. Aunque en ambas circunstancias te encontrarás con alguna piedra en el camino, debes conocer antes de tomar esta decisión tan importante.
Por la parte buena tienes algo evidente que es la capacidad de reducir el peso de un archivo muy grande o una carpeta que contiene diferentes archivos. Es una opción bastante interesante cuando se trata de recopilar un gran volumen de información y agruparlo en una carpeta unificada con un menor peso. Esto no afecta a la calidad de los archivos y puedes acceder a ellos cuando los necesites.
Por la parte negativa tenemos que advertirte de un problema importante y es que las carpetas comprimidas no funcionan de la misma manera que las normales. Con esto queremos decirte que si quieres abrir algún archivo de una de estas carpetas o discos comprimidos tendrás que pasar antes por un proceso de descompresión que apenas puede tardar unos segundos dependiendo del tamaño del archivo que quieres consultar lo que puede alargar el tiempo de espera hasta que se ejecuta el programa que lo pueda leer.
Conclusión: solo úsalo para almacenar datos viejos
Como puedes ver las carpetas comprimidas pueden ser de mucha ayuda en algunos casos, pero especialmente cuando te toca archivar datos a los que no vas a acceder en mucho tiempo como pueden ser libros de contabilidad han guardados en archivos de Excel o incluso esos trabajos de la Universidad a los que tienes tanto cariño, pero que no puedes tener en una carpeta ocupando el espacio que tiene en realidad.
Además, teniendo en cuenta el punto de cabrio archivos desde estas carpetas aumenta el tiempo de ejecución de estos puede que te lo pienses dos veces antes de comprimir una carpeta y determinar si merece o no la pena.