El ordenador portátil es uno de los dispositivos que mayor cantidad de horas de uso tiene a la semana y, pese a que no lo notemos en nuestro día a día, es posible que si tiene algunos años, ya presente algún problema de funcionamiento. Te contamos en qué te debes fijar.
En función de las tareas que realices en tu día a día, es probable que tu ordenador portátil haya sustituido a tu equipo de sobremesa. A medida que los fabricantes han incorporado una mayor cantidad de tecnología y han hecho que sus equipos sean mucho más eficientes y funcionales, actualmente nos encontramos con portátiles que nos ofrecen una gran cantidad de horas de autonomía para poder trabajar desde cualquier lugar.
Sin embargo, cuando comienzan a quedarse obsoletos, es el momento de valorar un cambio. Pero, ¿cómo podemos saberlo? Te contamos algunas de las señales más habituales que deberían hacerte saltar todas las alarmas.

El rendimiento general
Comenzamos con la señal más evidente: el rendimiento general. Los ordenadores, al igual que cualquier otro dispositivo electrónico, cuando funcionan bien nos ofrecen un excelente rendimiento a la hora de interactuar con nuestras aplicaciones y programas habituales. A medida que acumulan años de uso, es normal que el rendimiento de estos equipos comience a fallar. Especialmente si no le damos el mantenimiento adecuado a nivel de software y de hardware.
Cuando observamos cómo los programas tardan más de la cuenta en abrirse, cuando el ordenador tarda en iniciar la sesión o cuando abrir una simple pestaña de Internet requiere de varios minutos, nos encontramos con los mejores indicadores de que, efectivamente, ha llegado el momento de buscar un sustituto para nuestro equipo.
Aplicaciones incompatibles
Los desarrolladores de software exigen unos requisitos mínimos para poder interactuar con ciertas aplicaciones. Si tu ordenador no llega a estos mínimos, no podrá abrir estas aplicaciones porque el desarrollador considera que no vas a tener una buena experiencia de usuario.
Normalmente, los desarrolladores suelen exigir unos requisitos con el suficiente margen como para que la mayoría de los ordenadores puedan interactuar con sus herramientas. Por lo que si nos encontramos con incompatibilidades al respecto, lo más probable es que nuestro ordenador se haya quedado obsoleto.
Ventilador demasiado ruidoso
Cuando el ventilador se escucha más de la cuenta, significa que el portátil se está sobrecalentando demasiado y necesita de una mayor refrigeración. Pese a que esta situación es normal si realizamos tareas que consumen muchos recursos, no debería ocurrir cuando simplemente vemos una película, escribimos un documento o leemos cualquier medio de comunicación.
Además, es uno de los síntomas más claros que indican que nuestro ordenador ya no es todo lo eficiente que debería y debemos valorar la opción de sustituirlo por otro con componentes más avanzados.
El ordenador se sobrecalienta demasiado
Incluso si el ventilador no suena, no quiere decir que nuestro ordenador no se esté sobrecalentando. Si llegas a la situación en la que te pones el ordenador sobre las piernas y lo notas excesivamente caliente, sin que exista justificación para ello, lo más probable es que internamente no esté siendo capaz de disipar el calor que provocan sus componentes.
Esta es otra de las señales que te indican que tu ordenador ya no funciona como debería y que tienes que valorar la opción de sustituirlo por otro más moderno.











