Si estás pensando en comprar un nuevo ordenador o actualizar el que ya tienes es probable que te hayas encontrado con la duda de qué procesador elegir: ¿Intel i5 o Intel i7? Estos son los dos modelos más populares de la marca, y ambos ofrecen un buen rendimiento para diferentes tipos de usos.
Sin embargo, también tienen algunas diferencias que conviene conocer antes de tomar una decisión. Al fin y al cabo el rendimiento de un procesador depende de varios factores, como la velocidad de reloj, el número de núcleos, el tamaño de la caché o la tecnología de fabricación. Estos factores determinan la capacidad del componente para realizar más o menos operaciones por segundo, y por tanto, influirán en la rapidez y fluidez con la que podremos usar tu nuevo Lenovo.
Intel I5 vs I7
A la hora de analizar los dos componentes hay que fijarse en la velocidad de reloj, es decir, la frecuencia con la que el procesador realiza las operaciones.
Los procesadores actuales suelen tener una velocidad de reloj base, que es la mínima que garantizan, y una velocidad de reloj turbo, que es la máxima a la que pueden llegar cuando se necesita más potencia. Por ejemplo, un procesador Intel i5-10400 tiene una velocidad de reloj base de 2,9 GHz y una velocidad de reloj turbo de 4,3 GHz. Si cogemos el mejor i/ podemos trabajar una velocidad base de 4,5 GHz y una velocidad Turbo de 5,1 Ghz.
De igual forma, suelen tener entre dos y dieciocho núcleos, dependiendo del modelo y del segmento al que se dirijan. Por ejemplo, un procesador Intel i7-10700 tiene ocho núcleos, mientras que un Intel i5-10400 tiene seis núcleos.
Pero también tenemos que tener en cuenta la tecnología de Intel que permite que cada núcleo del procesador pueda ejecutar dos hilos o subprocesos de forma simultánea, la conocida como hyperthreading. No todos los procesadores de Intel tienen esta tecnología, y depende de la generación y del modelo. Por ejemplo, los procesadores Intel i5 de décima generación no tienen hyperthreading, mientras que los Intel i7 sí lo tienen. Esto significa que un Intel i7-10700 tiene ocho núcleos y dieciséis hilos, mientras que un Intel i5-10400 tiene seis núcleos y seis hilos.
¿Qué procesador escoger?
Como hemos visto, los procesadores de Intel comparten algunas características comunes, como la velocidad de reloj, el número de núcleos, el tamaño de la caché o el TDP. Sin embargo, también hay algunas diferencias entre los modelos i5 y i7 que pueden influir en el rendimiento y en el precio.
La principal diferencia es que los procesadores i7 suelen tener más núcleos, más hilos, más caché y más velocidad de reloj que los procesadores i5. Esto se traduce en una mayor capacidad de procesamiento y en un mejor rendimiento en tareas exigentes o multitarea.
Por ejemplo, un Intel i7-10700 tiene ocho núcleos, dieciséis hilos, 16 MB de caché L3 y una velocidad de reloj turbo de 4,8 GHz, mientras que un Intel i5-10400 tiene seis núcleos, seis hilos, 12 MB de caché L3 y una velocidad de reloj turbo de 4,3 GHz.
Otra diferencia es que algunos modelos i7 tienen la letra K al final del nombre, lo que indica que son desbloqueados y permiten hacer overclocking. Por si no conocías este nombre, es una práctica que solo los más expertos deben realizar ya que el objetivo es sacar el máximo potencial del chip afinando el consumo y el rendimiento de este. Para eso se usan herramientas específicas para aumentar la velocidad de reloj del procesador por encima de la establecida por el fabricante, lo que mejora el rendimiento, pero también aumenta el consumo y la temperatura (motivos por los que un ordenador puede dejar de funcionar si no se tiene cuidado).
La última diferencia es el precio. Los procesadores i7 son más caros que los i5 debido a sus mejores prestaciones. A modo orientativo, un Intel i7-10700 cuesta unos 300 euros, mientras que un Intel i5-10400 cuesta unos 170 euros.
¿Qué procesador es mejor para cada tipo de uso?
A la hora de elegir entre un procesador Intel i5 o i7, hay que tener en cuenta el tipo de uso que le vamos a dar al ordenador y el presupuesto del que disponemos. El i7 es espectacular si vas a jugar a juegos de alto rendimiento, complementados por una buena gráfica, pero un i5 también te permitirá jugar de forma cómoda a cualquier título del mercado y hacer cualquier tarea, por exigente que sea. Si tienes presupuesto, vete a por el i7, sino un i5 no te va a decepcionar.
Entonces ¿es recomendable para un ordenador gaming? nuestra recomendación es que no. Como te decíamos, el gama media actual que es el i7 ofrcee un gran rendimiento en todas las tareas que vayas a realizar, incluido el juego. Y si quieres ahorrarte aún más siempre puedes optar por la opción del i5, ya que te recordamos que hasta hace no mucho, la división de procesadores lo dejaba en una gama media que cumplía con creces sus labores y en sus versiones más actuales poco tiene que envidiar a su hermano mayor.
Por lo tanto, por mucho que quieras tener una gran bestia en tu mesa, nuestra recomendación es que vayas por cualqueira de los dos modelos anteriormente mencionados mucho antes que optar por la bestia del i9, del que solo sacarás todo su potencial si usas programas que exigan muchos cálculos rápidos y exigentes más allá de lo que supone mover gráficos de gran calidad (algo que se soluciona directamente con una gráfica mejor con más VRAM disponible).
i9 la cúspide del procesamiento
Con el paso de los años, Intel ha aportado novedades para su segmento de los microchips y actualmente encontramos un cambio sustancial en los diferentes productos que propone la compañía a nivel de procesamiento. Actualmente, no verás la serie i3 ya que ha desaparecido por completo. En la gama baja encontraríamos a los procesadores i5, que siguen ofreciendo un rendimiento más que decente cuando hablamos de trabajo de cualquier categoría. En el medio nos encontramos los i7, que también aportan una gran potencia para tareas de alto rendimiento y que no te dejarán tirado cuando a tu máquina le toque dar lo mejor de si.
En lo más alto, nos encontramos con el poderoso i9, el chip más potende de la compañía. Es puro músculo cuando se trata de procesar, pero solamente es recomendable para estas labores donde te toca mover ingentes cantidades de datos que no necesariamente tienen que ser juegos. De hecho, su propósito está muy por encima de esto, ya que está pensado para mover datos con una gran velocidad y sin que tu máquina colapse en el intento.
