La tecnología se ha impuesto en muchos sectores y ámbitos de la vida en los que pocos se imaginaban que era posible. El mundo de la moda es uno de ellos, aunque no necesariamente tiene que ponerse a la vanguardia. Sobre todo, la tecnología y la ciencia van de la mano hasta el punto que encontramos estos calcetines inteligentes que tienen un uso médico.
Cuando la medicina y la tecnología se unen suele salir algo bueno, tanto como cualquier investigación que ayude a conocer más sobre una enfermedad como paliarlas. Y esto es una de las cosas que se intenta hacer con estos calcetines, perfectos para pacientes que tienen demencia y con los que se puede detectar comportamientos de estas personas.
Una enfermedad que necesita mucha atención
Las enfermedades degenerativas del cerebro son de los temores más grandes de cualquier persona conforme avanza la edad. No acordarte de las personas, confusión o sentirse desorientado son algunos de los efectos de algunas de ellas, por no hablar de esa pérdida de memoria que tanto daño hace tanto a la propia persona como a sus más allegados.
La demencia y el Alzheimer son algunas de ellas y los pacientes necesitan de una atención constante para paliar los efectos lo máximo posible. El problema es que, por desgracia, estas enfermedades se manifiestan de varias formas, incluidos comportamientos agresivos. Por suerte, el campo de la investigación toma más datos de estas enfermedades con el fin de evitarlas en el futuro cercano o incluso tratarlas de una manera más efectiva.
Por suerte, para tener más control sobre la conducta de los enfermos tenemos estas SmartShocks. Todo viene de la idea de Dr. Zeke Steer, robótico de la Universidad de Bristol, que tuvo una idea para mantener controlados a todas las personas de un centro de salud con un elemento que fuera muy familiar, que fuese portátil y que se usara constantemente.
Cómo funcionan estos calcetines inteligentes
Lo mejor de los SmartShcols es que son dispositivos que son discretos y que no llaman la atención. La prenda dispone de un conjunto de sensores que monitorean a cada paciente con datos como la frecuencia cardíaca, niveles de transpiración e incluso los movimientos del cuerpo. Esto es especialmente importante por la conducta agresiva que se pueda presentar y todos esos datos se comparten en la nube.
Gracias a que los cuidadores leen desde un terminal móvil el QR de los calcetines se asigna esa prenda a una persona para empezar el monitoreo. Si el sistema advierte un cambio drástico en algún parámetro de un paciente, se mandará una notificación al cuidador quien tendrá que cambiarlo cuanto antes.
De momento, se trata de un proyecto que está en vías de financiación. La plataforma Crowdcube ha sido la elegida para ponerlo en marcha y tiene un objetivo de unas 200.000 libras para empezar a crearlo.
