El ámbito laboral ha cambiado mucho gracias a Internet. No es de extrañar que hayan surgido nuevos trabajos y otros se hayan adaptado a las nuevas formas laborales, pero lo cierto es que en algunos casos esta transición ha derivado en un problema. Y es que la automatización de procesos ha llegado a un punto en el que Europa ha tenido que ponerse seria con los despidos automáticos.
Son muchas las novedades que nos ha traído la tecnología en los últimos años, y con ella el entendimiento de cómo funcionaba algunos servicios. Ahora es de lo más normal hablar del algoritmo, que es algo que se sale de las redes sociales hasta el punto de determinar el rendimiento de un trabajador y que tenga potestad para despedirlo.
Cómo funciona el algoritmo que te despide
Estaos acostumbrados a que cuando la relación entre empresa y trabajador se resquebraja acabe en un despido. Eso por no hablar de las decisiones de la compañía de hacer recortes de persona si es necesario, como ha pasado en muchas firmas a lo largo de estos últimos años. El caso es que todo se cerraba con una reunión previa exponiendo los problemas detectados por ambas partes, pero parece que en algunos campos era una máquina la que procedía al cese.
Y es que algunas empresas de las más modernas disponen de un sistema automatizado con el que podían terminar con la relación laboral con un trabajador. Ponemos el ejemplo de las compañías de reparto a domicilio, las cuales te mandaban un correo al cometer varias infracciones como pedidos no entregados o usuarios descontentos. Estos datos se recogían y se evaluaban digitalmente hasta el punto de que se enviaba un correo con la finalización del contrato. Esto ha dado mucho de que hablar, tanto que la Unión Europea se ha puesto seria con este problema de los despidos automatizados.
La solución de la UE: cumplir con los derechos de los trabajdores
Después de 11 horas de negociaciones, la Unión Europea ha llegado a una conclusión que afectará a los trabajadores que hemos citado anteirormente. Y es que han determinado que un algoritmo no te puede despedir así porque sí. En las declaraciones que Wired recoge de Elisabetta Gualmini, “si dependes completamente de un algoritmo, de una máquina, para la organización del trabajo, tus descansos, la velocidad con la que tienes que entregar las cosas y tus vacaciones, es muy difícil considerarte un trabajador autónomo. Entonces eres un trabajador, eres un empleado y mereces tener derechos sociales”.
De hecho, se han establecido un nuevo conjunto de criterios para definir los trabajadores de cada empresa, de los cuales se tienen que cumplir al menos dos y son: si la plataforma asigna sus tareas, restringe las horas de trabajo, limita sus ganancias, supervisa su desempeño o impone reglas sobre su conducta o apariencia.
Veremos qué supone esto en el futuro de las empresas y trabajadores hasta el punto de que no se pueda usar la tecnología para estas decisiones tan drástricas en las que se requiere un trato más cercano y humano.
