El mundo de la tecnología inalámbrica está en constante evolución, y la llegada de las redes 5G ha revolucionado nuestra forma de comunicarnos. Desde velocidades más rápidas hasta una menor latencia, esta tecnología ha abierto un nuevo abanico de posibilidades tanto para consumidores como para empresas. Pero esto parece ser ya cosa del pasado, pues la mirada está ya puesta en el 6G.
Si bien la evolución del 3G al 4G permitió mejores redes móviles y una navegación notablemente más rápida, la transición del 4G al 5G trajo consigo mejoras aún mayores en velocidad y latencia. Ahora, a pesar de que la tecnología del 5G aún no está disponible en algunos lugares, la próxima generación de redes inalámbricas ya ha comenzado a desarrollarse bajo el poco original nombre de 6G, ¿qué esperabas?
Sobre el papel, hablamos de la sexta generación de tecnología de red que sucederá al 5G y que debería estar disponible para 2030, prometiendo velocidades aún mayores que su predecesor. Ya existen informes de 206,25 gigabits por segundo alcanzados en un entorno de laboratorio en China, por lo que queda claro que la velocidad es la gran diferencia entre el 6G y el 5G, pero, es la única?
6G vs 5G
Aunque no solo hay 3, nos vamos a fijar en este trío de diferencias que ya te dejan ver por dónde irán los tiros con la nueva conectividad inalámbrica.
Velocidad
Como hemos dicho, la mejora más evidente del 6G respecto a 5G será la velocidad de transmisión de datos. Se espera que 6G alcance tasas de hasta 1 Tbps, lo que equivale a 100 veces la velocidad máxima teórica de 5G, lo que permitirá descargas casi instantáneas, menor latencia y una experiencia de usuario sin interrupciones.
Gracias a esta velocidad extrema, sectores como la industria, la salud y el entretenimiento se beneficiarán enormemente. La robótica avanzada y las fábricas inteligentes podrán operar con una conectividad en tiempo real, mejorando la automatización en diferentes ámbitos. Además, la mayor velocidad del 6G facilitará la comunicación entre dispositivos IoT,.
Uso del espectro
Las redes 6G operarán en frecuencias más altas que las de 5G, lo que permitirá una mayor velocidad y capacidad de transmisión de datos. Mientras que 5G utiliza bandas de hasta 100 GHz, 6G se moverá en el rango de 30 a 3000 GHz. Este avance facilitará una conectividad más eficiente y estable, especialmente en aplicaciones que demandan un gran ancho de banda, como la realidad aumentada y la transmisión en 8K.
Al igual que sucede en términos de velocidad, las frecuencias más elevadas de 6G permitirán conectar simultáneamente a un mayor número de dispositivos sin afectar la calidad del servicio. Esto beneficiará el desarrollo del Internet de las Cosas y la automatización en industrias avanzadas.
Amenazas a la seguridad
Las redes 6G traerán avances significativos, pero también nuevos peligros en materia de seguridad. Al operar con un ecosistema más complejo y una mayor cantidad de dispositivos conectados, se ampliará la superficie de ataque para los ciberdelincuentes. Las vulnerabilidades del 6G podrían convertirse en nuevas amenazas derivadas del uso masivo de la inteligencia artificial en la gestión de redes.
Para mitigar estos riesgos, será crucial implementar sistemas de autenticación más avanzados, cifrado de extremo a extremo y control de acceso mejorado.