Seguro que has tenido un ratón en tus manos cuando has querido controlar tu ordenador. Se trata del dispositivo más común que necesitas para dirigirte a cualquiera de los directorios que tiene tu dispositivo si es que quieres trabajar o jugar con él. La tecnología ha hecho que estos dispositivos sean mejorado mucho con los años, hasta el punto en que muchos se preguntan si en algún momento podrían utilizarse en cualquier superficie.
En ocasiones ya hemos hablado largo y tendido sobre esta clase de dispositivos, pero una de las incógnitas que recorre la mente de muchas personas tiene que ver con un motivo tan curioso como que sean capaces de funcionar prácticamente en cualquier superficie.
La mayoría de los ratones utilizan sistemas ópticos para funcionar
Los fabricantes de hardware se han esforzado mucho por conseguir dispositivos cada vez más eficientes y con mayores capacidades para que los usuarios puedan utilizarlos en cualquier situación. Puede que con esta definición te cuadre mucho un dispositivo como puede ser una tableta o un portátil, pero lo cierto es que estamos hablando de un periférico de entrada de señales muy común a la par que necesario como es el ratón que puedes utilizar en cualquier ordenador.
Lo cierto es que hace unos años cualquier hardware de esta familia podría funcionar en cualquier superficie, ya que debemos tener en cuenta que utilizaban una bola en su interior para funcionar. El movimiento de este objeto en su interior era captado por un sensor que se encargaba de interpretar la señal y hacer que el puntero deberías en pantalla, se moviera hacia los lados para hacer clic en el icono del programa o archivo con el que vas a trabajar.
Sin embargo, esta tecnología ha cambiado mucho en los últimos años hasta el punto en que ya se utilizan pequeñas cámaras que captan el movimiento del ratón a una velocidad muy alta para que gracias al efecto del polling puedes trabajar con este dispositivo.
Pero ¿por qué no sirve cualquier superficie?
Esta es la pregunta con muchos usuarios se hacen cuando trabajan con un ratón, ya sea inalámbrico o por cable. Como te hemos dicho en el interior de estos dispositivos se trabaja con una pequeña cámara que envía los pulsos a través de señales a un receptor externo o bien por un cable al dispositivo receptor para generar ese movimiento en pantalla.
Por este motivo, si la cámara hace varias tomas a un elemento en el que no aprecia una diferencia o incluso el sensor no detecte una superficie cercana, lo más probable es que el dispositivo no funciona como esperas. De hecho, si pruebas a ponerlos sobre una superficie de vidrio o cualquier otra transparente, lo más probable es que la cámara no capte ninguna diferencia y, por lo tanto, el puntero no se mueva ni un poco.
Lo mejor, usar un elemento de apoyo
Con todo esto en mente lo que puedes hacer para asegurarte de que tu dispositivo funciona siempre es utilizar un elemento sobre el que apoyarte y generar una superficie lo suficientemente legible para el sensor y así generar movimiento en el puntero que tienes delante.
Y es que aquí, a menos que sea un elemento transparente te vale prácticamente cualquier objeto, desde una revista hasta la típica alfombrilla, que aunque sea barata, te aseguramos que puede verte un buen resultado. Otra cosa diferente es la calidad de los elementos de tu ratón y aquí nos tenemos que centrar en una parte muy importante y en la que pocos usuarios reparan como son los llamados surfers.
Cuando miras un ratón por debajo te habrás dado cuenta de que tiene diferentes superficies muy lisas que permitan el desplazamiento del dispositivo de una manera más ágil y fluida prácticamente en cualquier superficie. Si estos están muy desgastados por el uso, no te preocupes porque encontrarlos en Internet es muy sencillo y además son muy baratos. Realizarles un mantenimiento, además es tan sencillo como despegarlos de su área y pegar los nuevos que a buen seguro te darán un muy buen resultado y volverás a utilizar el ratón como siempre hasta agotar todos los millones de clics para los que ha sido fabricado.