La tecnología ha cobrado mucha importancia en nuestros días y ha ganado una presencia tal que nadie puede salir de casa sin su teléfono móvil. Y eso como poco ya que muchos usuarios necesitan un portátil, su powerbank o una tablet para poder trabajar. Pero es que si andamos en el mundo de las redes sociales probablemente te encuentres una cantidad de post y vídeos con términos que a priori te parecerán lejanos y poco entendibles como es el caso del Tech Shame.
Como suele pasar este tipo de tendencias suelen llegar en inglés y es un término que hace referencia a uno de esos momentos en los que una persona se siente un tanto avergonzada por algo que podría ser muy sencillo en el momento en el que estamos.
No todo el mundo sabe de tecnología
Aunque vamos en una sociedad muy tecnológica lo cierto es que hay gente a la que todavía le cuesta adaptarse a ella. Y es que da igual la edad, ya que incluso hay mayores que saben navegar en Internet e incluso jóvenes que les cuesta entender el funcionamiento de algunas características de su móvil o incluso de los objetos y que tienen cerca.
Probablemente, a los más mayores les dé un poco más igual, eso de no tener competencias digitales al nivel de las que las tienen los jóvenes de hoy en día, pero para estos últimos puede suponer un grave problema eso de no saber enlazar un teclado con cable al puerto correspondiente del ordenador.
Y es aquí donde entra en juego este nuevo término que ya te hemos adelantado en el título del artículo: Tech Shame. Para los que no se manejan en el idioma de Shakespeare este vocablo está compuesto de dos palabras siendo la primera la relacionada con la tecnología y la segunda que significa vergüenza. Precisamente este término no solamente se acuña al sentir vergüenza cuando estás utilizando un dispositivo que no funciona sino todo lo contrario. Resulta que las generaciones más jóvenes se quejan de que son incapaces de utilizar ciertos elementos muy comunes en las oficinas que se salen del uso fácil y sencillo de los teléfonos móviles como son las impresoras los escáneres o incluso los propios ordenadores.
Un problema que aporta presión a los jóvenes
Para muchos esto les puede parecer curioso, ya que se supone que los más jóvenes tienen una tasa de adopción de las nuevas tecnologías mucho más alta que la del resto de generaciones que les preceden. Sin embargo, hay estudios que demuestran lo contrario y es por este motivo por el que se genera este fenómeno conocido como Tech Shame. Y es que el problema va mucho más lejos de lo que parece, ya que muchos al no saber cómo funcionan los dispositivos que tienen a su alrededor se sienten inseguros o incluso avergonzados de la sencillez de estos y de no saber cómo funcionan para ponerse a la altura del resto.
Evidentemente, esto es un problema para muchas empresas, pero no es nada que no se pueda asumir. Los usuarios pertenecientes a la generación z son los que más sufren de este problema, pero como decimos abordarlo es tan sencillo como adoptar estrategias que ayuden a la integración de estas tecnologías para algunos abandonados en el pasado a las manos de todos los usuarios.
Cuando hablamos de que estos usuarios se sienten juzgados ante la situación de no saber cómo funciona un aparato lo mejor que se puede hacer es enseñarles y comprenderles, ya que nadie ha llegado a su puesto de trabajo es sabiendo cómo funcionan todas las herramientas o incluso han tenido que pedir ayuda a otros compañeros para saber cómo se utilizaban. Y esto también debe ser comprendido por la parte afectada ya que no siempre se puede saber todo de lo último en tecnología y pretender que todo va a salir bien.
