El mundo de la aviación esconde muchos más secretos de los que a priori puedes ver. Solamente aquellas personas que se dedican a ella como profesión o incluso por hobby conocen algunas de las cosas ocultas a la vista del usuario común y una de esas cosas son las turbinas RAT de las que te vamos a contar su funcionamiento en las líneas que vienen a continuación.
Por si no sabías los aviones comerciales disponen de un sistema de alimentación alternativo cuando el sistema eléctrico principal falla o se queda sin energía, y lo mejor de todo es que utiliza el movimiento del propio avión para surtirlo de electricidad.
Una pequeña turbina para dar energía al avión
La electrónica en todos los vehículos modernos es algo que nunca falta. Nos hemos acostumbrado a ella y por eso cualquier aparato que viaje por tierra, mar o aire necesita una batería con la que todos los aparatos puedan funcionar durante toda la travesía. Por desgracia, esto no siempre es así y es por eso que se necesitan sistemas auxiliares que ayudan a mantener el control sobre el vehículo y concretamente sobre todos los elementos que son sumamente necesarios para este fin. Si en un coche ya resulta importante, te puedes imaginar que a kilómetros de altura disponer de lo más básico para funcionar es algo más que una necesidad.
Hoy nos toca hablar del mundo de la aviación y es importante saber que los pilotos de los aviones comerciales pasan horas y horas en el simulador teniendo en cuenta diferentes situaciones que se pueden dar durante un viaje.
Turbulencias fuertes, viento de cola o condiciones de baja visibilidad son probablemente algunas de las más destacadas, aunque las más temidas por muchos tienen que ver cuando el problema está dentro del propio avión. Aunque no te lo parezca, esto es de lo más común, ya que tener fallos hidráulicos o eléctricos pueden formar parte de lo que pueda pasar a un avión comercial durante su viaje. ¿Pero puede pasar algo realmente malo? La respuesta es si es que el avión se quede fuera de control por falta de electricidad o un fallo en este.
Los ingenieros tienen en cuenta estas probabilidades y aunque son pocas, el avión debe responder de la mejor forma posible y es aquí cuando entra en juego el sistema de turbina de aire de impacto o RAT. Su descripción responde a una pequeña hélice colocada en la parte de atrás del avión y cuyo rotor se vale de la velocidad del avión para que la bomba hidráulica o generador eléctrico al que está conectada ponga a funcionar los sistemas eléctricos vitales del avión. Entendemos por estos los controles de vuelo y todos aquellos accionadores hidráulicos que intervienen en el funcionamiento básico del avión, por lo que por defecto estas se quedan colocadas en el compartimento en el que se instalan.
Solo aparecen en caso de emergencia
Como puedes ver, el sistema TAR es de vital importancia en las situaciones más críticas de un vuelo. Pero con esta descripción no nos referimos a esas situaciones en las que los pilotos todavía mantienen el control de la aeronave, sino cuando es precisamente cuando todos los sistemas secos y de control fallan estrepitosamente. Activar esta característica supone que algo va realmente mal en el vuelo y es por eso que solamente se utiliza en casos muy críticos.
Como te hemos dicho, la hélice solo sale en caso de emergencia extrema y el funcionamiento depende de la velocidad del avión y cuanto más rápido gire más energía dará a los sistemas vitales. De esta manera se puede realizar un aterrizaje correctamente con lo más básico, aunque eso dependerá también de la pericia de los pilotos y las condiciones de la pista de aterrizaje.