Durante el verano, muchas personas se van de vacaciones durante días o incluso semanas, dejando sus casas vacías. Entre las muchas preguntas que nos hacemos antes de salir de viaje, hay una muy común es: ¿debo apagar el router cuando no voy a estar en casa?
Bueno, todo depende de cómo sea la domótica de tu hogar, del tiempo que vaya a estar fuera y de lo precavido que quieras ser. Ya te adelantamos que, por lo general, es muy recomendable en el 90% de las situaciones.
¿Qué pasa con el router si permanece encendido mucho tiempo?
Los routers están diseñados para funcionar las 24 horas del día, los 7 días de la semana, sin que les pase absolutamente nada. Y, de hecho, casi todos los hogares funcionan así, con el router encendido constantemente durante todo el año. Lógicamente, para evitar fallos, el hardware de los mismos está preparado para ello, aunque eso no quiere decir que estos dispositivos estén libres de problemas a largo plazo.
Uno de los más comunes es el sobrecalentamiento. Aunque el router tenga ventilación, con el paso del tiempo, el polvo se acumula y la circulación del aire disminuye, lo que puede elevar la temperatura interna. Esto no solo afecta el rendimiento del dispositivo, sino que también acorta su vida útil. Es algo fácil de solucionar si limpias el dispositivo de forma habitual y además lo estableces en un lugar con buena circulación de aire.
Además, un router funcionando sin reinicios frecuentes puede comenzar a fallar debido a fugas de memoria o saturación de procesos internos. En este caso, reiniciarlo de vez en cuando (por ejemplo, una vez por semana) puede ayudar a que funcione mejor.
Y, otra cosa importante, aunque un router no gasta tanta energía como un electrodoméstico grande, sí consume electricidad constantemente. A lo largo del año, este consumo suma una cantidad considerable, especialmente si se tienen varios dispositivos de red como repetidores o routers secundarios
¿Qué pasa si no vas a usar el router por varios días?
Si planeas estar fuera de casa por varios días, como sucede en las vacaciones de verano, apagar el router puede ser una decisión acertada por varias razones. La más obvia es el ahorro de energía. Si nadie va a estar utilizando la red WiFi, no tiene sentido que el router esté consumiendo electricidad innecesariamente. Aunque el gasto sea bajo, durante una ausencia de semanas puede notarse en la factura eléctrica.
Además del ahorro, apagar el router también representa una capa extra de seguridad. Si bien la mayoría de los routers modernos cuentan con medidas básicas de protección como firewalls y cifrado WPA3, ningún sistema es completamente inmune a ataques. Si el router está apagado, no hay forma de que alguien intente acceder a tu red doméstica mientras no estás.
No obstante, hay una excepción: si tienes cámaras de vigilancia que dependen de internet para enviar alertas o grabaciones a la nube o de otros dispositivos de domótica que quieras controlar a distancia, lógicamente necesitarás que el router siga encendido para no quitarles la conexión a estos aparatos.
