Windows es un sistema operativo lleno de grandes capacidades con las que puedes hacer prácticamente de todo. Todo esto se debe a su altar compatibilidad con todo tipo de programas aunque dependerá de tu ordenador tener más o menos potencia dedicada a los diferentes programas que necesitas para trabajar. Por eso hoy estamos aquí dándote algunos de los mejores consejos para aumentar el rendimiento de Windows 11 si trabajas con programas de diseño.
Probablemente, este tipo de aplicaciones son las que más recursos consumen, dado que se emplean para labores como por ejemplo el modelado 3D la edición de vídeo o la creación de revistas que necesitan de mucha potencia para manejar muchos elementos de manera fluida.
Lo primero, necesitas un ordenador a medida
Si eres un usuario que trabaja con aplicaciones de diseño de cualquier tipo, sabrás que cualquier ordenador no sirve. Es cierto que en el mercado hay muchas opciones muy asequibles por las que realizar tareas de trabajo no muy pesadas, pero ninguna de ellas tiene nada que ver cuando se trata de mover archivos pesados que guardan capas y capas de información que no pueden perder ni un píxel.
Es por eso que necesitarás un ordenador potente no solamente con gran capacidad de procesamiento, sino también con características interesantes como una gráfica dedicada y una RAM de alta capacidad. Si a eso le sumamos un disco duro con una buena capacidad de lectura y escritura tendrás una torre portátil capaz de aguantar todo lo que le eches. Y consigue la preguntas el Lenovo encontrarás muchas opciones en portátiles con las que llevar todo tu trabajo en un mismo sitio sin preocuparte por la potencia de tu dispositivo.
Qué debes configurar para que tu ordenador rinda mejor con programas pesados
aunque las aplicaciones de diseño apenas ocupan unos pocos gigas en el disco duro, sus capacidades te permitirán crear archivos que superen en ocasiones incluso su propio peso. Antes hemos citado algunas de las tareas que son capaces de soportar, pero para que hagan bien su trabajo necesitarás en ocasiones algo más que fuerza bruta del hardware.
Mantén tu tarjeta gráfica actualizada
Al lado de los órdenes que debe tener en cuenta cuando trabajas con programas de alto rendimiento es la tarjeta gráfica esté correctamente actualizada. Si no tienes una tarjeta dedicada puede que tengas que preocupar por este problema, pero lo cierto es que cada fabricante tiene una aplicación para gestionar el uso de estos programas.
Siguiendo un ejemplo que te ponemos justo de la imagen envidia tiene la aplicación GeForce Experience fue la que es capaz de sacar el mejor rendimiento a tus juegos, pero además de gestionar las descargas de los controladores conversos estén disponibles. El proceso apenas dura unos minutos y aunque veas parpadear tu pantalla no te preocupes todo estará funcionando como debe.
Deshabilita programas que funcionen en segundo plano
Uno de los problemas a los que muchos usuarios se enfrentan en su día a día no solo que los programas funcionen y más lento de lo que creen sino que además su ordenador arranca con lentitud. Esto se debe a que hay aplicaciones en segundo plano que se han activado durante el arranque algo que puede afectar al rendimiento de tu ordenador desde el inicio hasta el final de la jornada.
Si pulsas la combinación debe botones Ctrl+alt+Supr podrás acceder al administrador de tareas y en el apartado de inicio puedes deshabilitar aquellas aplicaciones que empiezan a funcionar desde el arranque del terminal y que no sabes que tiene un impacto alto en el rendimiento de tu máquina. Por otro lado en el árbol de procesos puede ver cuáles son las aplicaciones que están acaparando más recursos y finalizar de golpe aquellas que no necesites para ahorrar más recursos.
Dale más protagonismo con la confirmación de elementos gráficos
Otra de las características que debes de tener en cuenta es que puedes dar a cada aplicación más importancia o potencia con independencia del modo de energía en el que se encuentre tu ordenador. Si sigues la ruta dentro de configuración que te lleva por sistema>pantalla>gráficos llegarás a un apartado donde podrás ver las opciones personalizadas para las aplicaciones.
Simplemente, debes entrar en aquellas del sistema que te deja configurar, pulsaremos el modo de consumo en el que entre el ordenador cuando se activa esa aplicación concreta y también la tarjeta gráfica encargada de realizar todo el trabajo.