Tu ordenador es una máquina que necesita mantenimiento de forma periódica de tal manera que tanto el hardware como el software funcionen con rapidez. Sin embargo, hay una pega que todos los usuarios de Windows tienen conforme pasa el tiempo y es que el ordenador no arranca como el primer día. Se trata de un problema bastante usual, pero lo que no sabe la gente es que puede realizar diferentes tareas de mantenimiento para optimizar el arranque y el rendimiento de Windows 11.
Nosotros te vamos a contar todos esos consejos que son importantes para que tu máquina funcione como el primer día o al menos arranque de forma rápida y no sufras ralentizaciones con el paso del tiempo. Es cierto que una parte tiene que ver con el hardware, pero el software tiene también mucho que ver y es importante que conozcas estos trucos.
El tiempo pasa factura a tu PC
Una de las cosas que todos los usuarios tienen en cuenta cuando se compran un ordenador es que dependiendo del hardware tendrá más o menos potencia. Todo puede depender del procesador de la RAM o incluso de la tarjeta gráfica, pero conforme pasan los años es importante que el rendimiento de la máquina no se deteriore demasiado cuando se trata de trabajar con ella.
Como te decíamos al principio, las personas se queja mucho de que sus ordenadores arrancan muy lento y son muchos los factores por los que esto sucede. De hecho, aunque formatearlo puede ser una solución, no siempre es la mejor opción y hay muchos pasos antes de llegar a este punto. Vamos a ver algunos de los más importantes.
Demasiadas cosas en el escritorio
Tal vez esta no sea la primera vez que escuchas eso de que mantener limpio el escritorio es importante. Y no decimos solamente en el plano físico donde tener tu espacio de trabajo bien ordenado es de vital importancia para trabajar a gusto. En el ordenador pasa exactamente lo mismo, ya que si tienes muchos archivos o carpetas de mucho peso el sistema tardará mucho más en arrancar.
Ten en cuenta que en el escritorio solamente debería haber unos pocos accesos directos hacia las aplicaciones o carpetas que utilizas normalmente y el resto distribuido por estos espacios virtuales a los que puedes acceder en cualquier momento.
Espera a insertar los discos de almacenamiento externo
Un error muy común que comete el común de los mortales a la hora de arrancar un ordenador es conectarle una unidad de almacenamiento externo a la máquina. El ordenador está pensado para arrancar con los discos duros que ya tiene instalados y concretamente con aquel que ejecuta Windows en primer lugar, por lo que cualquier otro dispositivo de almacenamiento que vaya por cable USB depende directamente de la velocidad de lectura y escritura de este.
Nuestra recomendación es que si no conoces la velocidad del disco duro que instalas lo mejor que puedes hacer es esperar a que el ordenador arranque ya que de lo contrario interpretará que tiene archivos que cargar desde el aparato y tardarás mucho más en arrancar Windows.
Controla las apps que se inician al arrancar el ordenador desde el administrador de tareas
El administrador de tareas de Windows 11 también es uno de esos sitios que los usuarios deben aprender a controlar para saber cómo funciona su ordenador. Al abrirlo con la combinación de Ctrl+alt+supr tendrás la oportunidad de ver todas las aplicaciones o procesos que están activos en un momento determinado.
Además de controlar los recursos que cada aplicación está utilizando y corroborar cuál de todas ellas es la que está ralentizando tu ordenador, la mejor opción que tienes para optimizar su rendimiento es pulsar en el apartado de inicio. Aquí tendrás acceso a todas esas aplicaciones que tienen un permiso especial para activarse nada más, pulsar el botón de encendido de la máquina, e incluso te dirá el impacto que tendrá en ella en el momento del arranque. Por supuesto, todas aquellas que no utilices o que tengan un consumo alto o muy alto son las que debes de tener en cuenta para deshabilitarlas si no quieres que tu ordenador arranque de manera lenta.
