Si estás pensando en montar un PC, puede que tengas en mente algunos componentes. Puede que sepas que quieres un procesador potente de alguna marca conocida, tal vez la gráfica que te dé un buen rendimiento, pero también necesitarás algo que es de suma importancia para tu ordenador. Y no, no hablamos de un buen sistema de almacenamiento, tampoco de instalar Windows como sistema operativo. Tenemos que hablar de lo importante que es saber el tipo de tu placa base.
Esta parte tan esencial de tu ordenador también es la más olvidada. Tal vez sea por desconocimiento, pero lo cierto es que no puedes dejarla de lado. Al ser la base del ordenador, esta va a ser la que decida gran parte de los componentes que más tarde vas a ensamblar en ella gracias a sus múltiples bahías de conexión y buses que esperan a ser conectados.
La placa madre, la base de tu PC
Cuando quieres comprarte un ordenador ni te fijas en ella. Sí, es de lo más importante ver que tiene una RAM que se ajusta a tus necesidades, un procesador eficiente y rápido, por no hablar de un dispositivo del almacenamiento lo suficientemente amplio como para guardar todos los datos que necesitas y trabajar con ellos con gran celeridad. Pero ¿qué hay de la placa base? ¿Acaso importa?, pues lo cierto es que es la parte principal por la que se empiezan a construir los ordenadores.
Para responderte a la pregunta del artículo, no, todas las placas bases no son iguales. Lo primero que tienes que saber es que lo más importante de todo es decantarse por el zócalo de la CPU. Esto es muy importante, porque si compras una placa para un procesador de Intel concreto o tal vez de AMD debes de saber que los dos fabricantes no comparten ni medidas, ni número de hilos, ni nada. Así que primero elige el procesador así como la gráfica y, después, ya adaptas la placa.
Pero esto no es lo único que determina el tipo de placa, ya que la propia caja donde va a colocarse tiene una gran importante. ¿Ves como hay que pensarse bien cómo montar un ordenador? Por eso en Lenovo te damos las mejores opciones siempre adaptadas a tus necesidades y sin que tengas que preocuparte de nada más que de encender tu máquina.
¿Qué tipos de placas hay en el mercado?
Volviendo a lo que nos atañe, las placas base son muy diferentes entre sí. Con independencia del zócalo y de las capacidades energéticas y de potencia que tengan el resto de componentes, estas piezas se dividen en varios grupos, todas determinadas por el tamaño, aunque alguna esconde algún as bajo la manga.
ATX
Estas son las placas base por excelencia, el más utilizado. Su formato es de 305×244 mm, aunque es verdad que puede medir algún milímetro más o menos y en su interior destaca que tiene nada menos que siete bahías de expansión para conectar diferentes elementos con un mínimo de espacio de 20 mm entre cada una. Además, su nombre también se refiere al formato concreto de la fuente de alimentación que necesitas, por lo que así sabrás qué necesitas para nutrir tu máquina.
Al ser el formato más expandido, no es casualidad el que esté constantemente en revisión. De hecho, son cada vez más utilizadas por la gama alta y se usa también para hacer overclocking.
Micro-ATX
Esta fue la primera variante de las ATX, más pequeñas pero con grandes posibilidades. Su forma cuadrada de 244×244 mm el permite entrar en cajas más pequeñas, pero a cambio supone una reestructuración de todos los componentes internos hasta el punto de contar con alguna conexión menos por una cuestión de eficiencia: tener las conexiones justas para lo que se necesita.
Por eso, son cada vez más los fabricantes que apuestan por este formato que es económico, compacto y aporta grandes soluciones para cubrir todas las necesidades de los usuarios. Y es que no solo sirve para configurar un PC modesto, también se puede armar con diferentes componentes para crear un PC gaming más que imponente y preparado para todo.
También existe una versión Mini-ATX que tiene aún menos conexiones y está pensada para ordenadores más pequeños y que no requieren de tantos recursos para funcionar.
Nano-ITX
Con 120×120 mm de medidas, son el tipo de placa base que está pernada para los ordenadores que no necesitan muchas aplicaciones. Sirven para dispositivos como centros multimedia, que ofrecen soporte para los elementos y aplicaciones justas para el entretenimiento.
Después de todas estos tipos de placas base puede que te quede más claro cuál es la que tiene tu ordenador o, al menos, cuál es la que tienes que elegir para tu próximo ordenador.
