La inteligencia artificial es considerada para muchos una herramienta de lo más importante a todos los niveles. Se ha consagrado como el elemento imprescindible que dominará la tecnología en los próximos años pero es un hecho de que también está causando algunos estragos a nivel social y laboral. Sin embargo hay muchos temas que tratar en lo que al uso y desarrollo de esta nueva tecnología se refiere y mientras que en Europa llevamos años detrás de una regularización del uso y desarrollo de esta tecnología en Estados Unidos parece que han tomado algo de conciencia para marcar una serie de límites.
Todo apunta a que próximamente hay empresas que pasarán por el aro con el fin de que haya cada vez más usuarios que puedan gozar del uso de sus productos de última generación en todo momento.
Google acepta el código de buenas prácticas de la UE
Para los países europeos el desarrollo de inteligencia artificial está algo atrasado. Desde la creación de esta nueva tecnología las grandes empresas del sector han luchado para ofrecer a los usuarios herramientas útiles para todo tipo de situaciones, pero lo cierto es que hay una preocupación muy importante que tiene que saldarse antes de avanzar tanto en el desarrollo de esta mejora. Es por ese motivo por el que se estableció una ley de inteligencia artificial en el que se recogen obligaciones legales para el uso de esta tecnología así como la protección de los derechos de autor para creadores e incluso y la transparencia de cómo se usa ese modelo de lenguaje generativo o cómo se gestionan los datos que los usuarios ofrecen.
En el otro lado tenemos a Estados Unidos, donde las regulaciones son en diferentes y dan más manga ancha a los gigantes tecnológicos que la desarrollan. Está provocado grandes diferencias entre ambos países, pero parece que Google quiere ser la primera entender puentes firmando un código de buenas prácticas para que Europa continúe con el desarrollo de esta tecnología y su despliegue. De hecho no es la primera que ya ha firmado el acuerdo, ya que OpenAI ya lleva tiempo trabajando bajo este código ayudando a que los usuarios europeos tengan más herramientas para trabajar con la inteligencia artificial y que el desarrollo de esta tecnología siga creciendo para hacer a Europa mucho más competitiva en este sentido.
Estados Unidos y muchas tecnológicas advierten de la dureza de la legislación europea
En Europa tienen claro que su ley de inteligencia artificial tiene que seguir adelante para garantizar los derechos de los usuarios y las buenas prácticas de los desarrolladores. No es algo que sea excesivo ni para unos ni para otros y de hecho se prevé que sea en el mes de agosto cuando se apruebe y empiece a funcionar.
Para muchos es una gran noticia que gigantes del mundo de la tecnología moderna firme en este acuerdo y ponga en Europa en un sitio mucho más digno en lo que al desarrollo tecnológico se refiere aunque esto difiere mucho del pensamiento de otras compañías del mismo sector e incluso que el presidente de Estados Unidos Donald Trump.
Recordemos que esta medida se toma en un momento de tensión comercial muy importante entre las dos potencias, ya que ha sido el presidente americano quien ha impuesto unos duros aranceles recientemente y de los que la negociación no ha sido fructífera para Europa. Probablemente, este acuerdo tecnológico pueda servir en parte de moneda de cambio para aliviar estos aranceles mientras que se cede la posibilidad a más compañías de actualizar sus sistemas de inteligencia artificial para acceder al mercado europeo de una manera por lo menos más transparente.
