En lo que se considera como un gran avance en el campo de la ciencia, investigadores han creado una herramienta para predecir el perfil de olor de una molécula, solo en función de su estructura. Esto, expresado así, puede sonar extraño, pero básicamente se refiere a que una IA que es capaz de distinguir moléculas que se ven diferentes, pero huelen igual, así como moléculas que se ven muy similares, pero huelen totalmente diferentes.
La investigación, publicada en el medio tecnológico Science, habla de como Jane Parker, profesora de la Universidad de Reading, dio vida a este nuevo descubrimiento:
La investigación de la visión tiene longitud de onda, la investigación de la audición tiene frecuencia, ambas pueden medirse y evaluarse mediante instrumentos. Pero, ¿qué pasa con el olor? Actualmente, no tenemos una forma de medir o predecir con precisión el olor de una molécula, en función de su estructura molecular. Puedes llegar tan lejos con el conocimiento actual de la estructura molecular, pero eventualmente te enfrentas a numerosas excepciones en las que el olor y la estructura no coinciden. Lo fantástico de este nuevo modelo generado por IA es que se predice correctamente el olor de esas excepciones.
Para dar forma al experimento, diferentes voluntarios se sometieron a la creación de una base de datos de olores, sin saber que todos ellos se enfrentarían a un ordenador. Todos ellos sirvieron como prueba para un programa informático que había sido entrenado para producir este mismo tipo de descripciones, como afrutado, frío, desagradable, picante, o similares olores, utilizando solo la estructura química.
La investigación aplicó el aprendizaje automático para crear un “mapa de olores” que se puso a prueba en el campo de los químicos sintéticos de las industrias de alimentos y fragancias.
Como químico de sabores, he trabajado en el olor durante muchos años, confiando principalmente en mi propia nariz para describir los aromas. El mapa que hemos creado no solo funciona para los olores conocidos, y aquellos que son estructuralmente muy similares, sino que puede describir un amplio subconjunto de moléculas no relacionadas con diferentes características moleculares.
Una IA con nariz
El Mapa Principal de Olores (denominado como POM) conserva la estructura del espacio perceptual del olor, abriendo una fuente sin explotar de miles, o posiblemente millones, de posibles olores para los profesionales que trabajan con todo tipo de aromas, ya sean alimenticios o de cosmética.
Una vez que se enseñó la IA con todos estos datos, su capacidad para predecir el olor de un nuevo compuesto era excelente. Si funciona correctamente, puede coincidir con las puntuaciones de olor promedio de un grupo de humanos, lo que hizo que la doctora Parker afirmara que: “Como herramienta para la química sintética, esto será invaluable. Podemos usarlo para buscar nuevos aromas. Abre la posibilidad de examinar un gran número de moléculas en busca de nuevos olores, al igual que lo hace la industria farmacéutica para los nuevos medicamentos.”
Gracias a esta investigación, puede que la fragancia que te regalen estas próximas navidades no haya sido desarrollada por un humano, sino por una IA.
