Cuando se trata de elegir un disco duro los usuarios tienen claro que necesitan la mayor capacidad posible. La tendencia en los últimos años es que cualquier dispositivo de almacenamiento que no supere un terabyte o dos de espacio interno se puede quedar muy corto especialmente para todos aquellos usuarios que utilizan su ordenador para jugar o incluso para guardar documentos y archivos de mucho peso. Pero la capacidad no es lo único que importa, también intervienen otros actores como puede ser la velocidad y es aquí donde los discos duros SSD son una opción cada vez más solicitada. El problema lleva cuando toca tomar una decisión sería cuando se trata de elegir uno de tipo SATA o un NVMe.
Puede que como usuario no siempre te hayas dado cuenta de la existencia de estas siglas que suelen acompañar a estos discos duros, pero hoy no solamente te vas a enterar de qué es lo que significan, sino cuál es el que más te conviene en función a lo que necesitas.
Que es un disco SSD
En otras ocasiones ya te hemos contado que a día de hoy hay diferentes tipos de discos duros. Muchos usuarios ya han abandonado el formato físico más puro que hasta hace unos años imperaba en el mercado aunque a día de hoy son muchos los usuarios que apuestan por otros modelos mucho más pequeños pero con las mismas capacidades.
Es aquí cuando debemos hablar de los discos duros SSD, los cuales no tienen un disco físico que gira cuando toca hacer un proceso de lectura o escritura. Su composición es de diferentes celdas despacio disponible que aporta mucha más rapidez a la lectura de un ordenador. De hecho, con una carcasa adecuada podrías conectar estos aparatos y llevártelos a donde quisieras con muy poco peso y con una gran cantidad de espacio disponible.
¿SATA o NVMe?
Ahora que ya sabes a lo que te enfrentas cuando te compras un disco duro SSD vamos a contarte la importancia que tiene elegir entre un tipo u otro que es a lo que has venido.
SATA
Empezamos por los discos duros SSD SATA que son una nueva revisión de lo que podrían ser los discos duros HDD tradicionales. Aunque son significativamente más ligeros utilizan la interfaz SATA para funcionar lo que les permite realizar transferencias de hasta 600 megabytes por segundo.
Al ser más pequeños se pueden colocar prácticamente en cualquier bahía de expansión de memoria de almacenamiento de la placa base y también de la torre que tengas por lo que son una opción realmente interesante cuando se trata de buscar mucho espacio comprimido en una forma muy pequeña.
Otro factor importante es el precio ya que son más económicos que los NVMe, por lo que puede que encuentres atractiva la opción de comprar uno de estos accesorios cuando se trata de instalar una expansión de memoria para tu ordenador.
NVMe
Nos pasamos al otro bando donde encontramos los SSD NVMe. Sus siglas corresponden al nombre que lleva su interfaz que significa memoria express no volátil, la cual le permite utilizar un bus PCIe con el que conectarlos a una placa base de una manera directa para ofrecer una tasa de transferencia muchísimo más elevada que los SATA. Podríamos estar hablando de una velocidad tanto de escritura como de lectura que podría llegar a casi 7 GB/s por lo que estaríamos hablando de discos duros perfectos para mover grandes volúmenes de información en equipos profesionales.
En cuanto a su factor de forma, este tipo de discos duros SSD tienen un tamaño realmente pequeño comparado con los anteriores, ya que prácticamente es una placa que se puede instalar en la bahía M2 de la placa base de tu ordenador. Esta tiene una conexión superdirecta con el resto de componentes lo que le permite tener esas tasas de manejo de datos tan grandes.
Eso sí, el tener estas capacidades hacen que sea un dispositivo mucho más interesante y lo entiendas como una inversión a futuro ya que son más caros que los anteriores.
¿Cuál elijo?
Puede que ahora que entiendas la diferencia entre un disco duro SSD SATA y uno NVMe daros una idea de la importancia que tienen estos dispositivos dentro del sistema actual a la hora de comprar un ordenador o ser tú mismo el que lo montes.
Sin embargo, a nivel de usuario entendemos que no todos tienen la misma pretensión y por eso a la hora de elegir puede que el factor más determinante sea es del presupuesto que tengas para tu dispositivo y también el propósito de uso.
Una vez definidos estos puntos puede que se te haga mucho más sencillo elegir el mejor disco duro para aquello que necesitas.