Como el agua causa graves daños a los dispositivos electrónicos, los fabricantes han comenzado a idear formas de proteger nuestros dispositivos móviles de la humedad. Sin embargo, la terminología en este ámbito suele ser confusa. Concretamente hay que distinguir entre que un teléfono sea impermeable y que resistente al agua, cómo interpretar los valores IP que detallan como de resistente es un smartphone.
La realidad es que muy pocos objetos son verdaderamente impermeables. Si algo es impermeable, significa que es imposible que el agua entre en el dispositivo bajo ninguna condición. Por otro lado, resistente al agua significa que un artículo tiene cierta protección contra el agua, pero no es perfecta. De esta forma, un teléfono con resistencia al agua no sufrirá daños si salpica un poco de agua sobre la pantalla, pero si nadas con él, la cosa puede ser muy diferente.
Muchas empresas usan el término “resistente al agua” como un atractivo añadido de marketing. Los fabricantes de verdad, como Motorola, afirman que el dispositivo es resistente al agua en determinados valores y condiciones, para lo cual se usan los valores IP.
Términos de resistencia al agua
Hay dos valores principales a conocer para la resistencia al agua: ATM e IP.
El estándar ATM se utilizaba para medir la resistencia al agua de los relojes tradicionales mucho antes de que existieran los teléfonos inteligentes, por lo que se suele utilizar para medir la resistencia al agua de dispositivos wearables que sí se pueden usar para nadar o hacer otro tipo de deportes bajo el agua. El estándar IP, por otro lado , es el más común para smartphones y otros terminales que no solemos llevar encima.
ATM
ATM significa atmósfera estándar, es decir, que es una medida de presión. Un ATM equivale aproximadamente a la presión a nivel del mar. Cada 10 metros por debajo de la superficie del agua se suma una atmósfera adicional de presión. En el caso de los wearables, este valor indica cuánta presión de agua puede resistir el reloj. Por ejemplo, un valor de 5 ATM significa que el dispositivo está protegido hasta 50 metros de profundidad.
Lo que pasa es que las pruebas que se realizan para determinar estas clasificaciones se realizan en agua estanca. En condiciones reales (como saltar a una piscina o caerse de un esquí acuático), el agua se mueve, lo que puede cambiar drásticamente el nivel de presión.
Resistencia IP
El otro estándar importante de resistencia al agua son los códigos IP (Ingress Protection). Estos se utilizan normalmente para los teléfonos , porque miden la resistencia a otras formas de intrusión, no solo al agua. Si un teléfono tiene una clasificación IP, no necesita una clasificación ATM porque la primera es más específica.
Los códigos IP vienen en forma de IPXY , donde el primer dígito es la protección contra partículas sólidas y el segundo es la resistencia al agua del dispositivo. El primer dígito va de 0 a 6, mientras que el segundo puede tener una protección de 0 hasta un máximo de 9.
La mayoría de los teléfonos inteligentes actuales cumplen con el nivel más alto de protección contra la entrada de objetos físicos es decir, IP6. Esto significa que las partes internas del dispositivo están completamente protegidas contra la entrada de polvo. El segundo dígito cubre la protección contra diversas fuentes de agua, desde gotas hasta chorros de agua de alta potencia. Los valores de resistencia a líquidos más importantes para los teléfonos modernos son las clasificaciones IPx7 y IPx8.
La clasificación IPx7 indica que sumergir el dispositivo en hasta 1 metro (3,3 pies) de agua durante 30 minutos no causará ningún daño. Mientras tanto, la clasificación IPx8 indica que un dispositivo puede soportar la inmersión en más de 1 metro de agua “en condiciones que especificará el fabricante”.
La resistencia al agua en la realidad
Ahora ya sabes qué significan los números asociados a la resistencia al agua, es importante saber que la misma depende del sellado. Por eso presionar un botón bajo el agua podría romper el sello y dejar entrar el líquido elemento. De hecho, el material sellador también podría desgastarse con el tiempo a medida que el dispositivo envejece.
Esto deja claro que la resistencia al agua está diseñada como una protección, no como una característica activa que se mantiene a lo lago del tiempo sin importar el uso que se haga del teléfono. Por eso casi todos los fabricantes excluyen los daños causados por líquidos de sus garantías.