Si eres de los veteranos que llevan años teniendo consolas entre sus manos seguro que has tenido la oportunidad de probar muchos sistemas. El caso es que el hardware necesita un elemento que leer, algo que con el paso de los años ha abandonado su forma física para convertirse en un montón de ceros y unos que llegan desde un servidor a tu PC para instalarse. Pero en los tiempos que corren muchos se hacen la gran pregunta de si merece la pena comprarse una consola con o sin lector de discos.
La tendencia cada vez más generalizada de las compañías es que el usuario abandone el formato físico de alguna manera, ¿pero de verdad es algo que merezca la pena?
El abandono del formato físico
Llevamos años viendo una evolución constate en el almacenamiento de datos de los diferentes sistemas. Hemos pasado del disquete, pasando por el DVD hasta el disco duro SSD o M2 incluso, cada uno con sus bondades y desventajas. Si eres un amante del mundo de la tecnología habrás visto que hay un salto importante en este sentido, pero lo cierto es que los fabricantes de hardware intentan dar a los usuarios siempre dos opciones para mantener la combinación entre el formato físico y el digital.
Es evidente, por ejemplo en el campo de los ordenadores, que ya ninguna torre o portátil lleve una unidad óptica. Esto se ha producido por la aparición de sistemas de lectura y almacenamiento de datos cada vez más amplios y fáciles de transportar como son los pen drives o los discos duros externos. Pero en el campo de los videojuegos esta práctica tiene una doble vertiente.
Y es que el formato físico es una excusa perfecta para que los usuarios más coleccionistas se gasten el dinero en versiones coleccionista que valgan el dinero que piden, o simplemente por el mero hecho de continuar comprando la caja con el disco o el cartucho en su interior. Y es aquí donde los usuarios se sienten más que divididos a la hora de dar el salto a una nueva generación de consolas.
Una opción para cada tipo de jugador
Visto lo visto en las versiones más nuevas de las consolas actuales, si nos centramos en el caso de Sony y Microsoft, nos encontramos con que tanto la PS5 como la Xbox, encontramos una versión con y sin lector de CDs. Lo primero que hay que tener en cuenta que lo único que cambia en construcción es precisamente esto, la ausencia de un lector de juegos en formato físico.
Sin embargo, esto no quita que aquellos que la tienen no puedan disfrutar de los juegos en versión digital si los compran por las respectivas tiendas digitales. Estos los podrán guardar en su biblioteca personal, pero lo mejor es que tendrás la posibilidad de recuperarlos si los sistemas siguientes tienen cierta retrocompatibilidad. Por eso podemos diferenciar dos estilos de jugadores o más bien de consumidores:
- El clásico: es un veterano de los videojuegos y si encima le gusta coleccionarlos en formato físico podrá tenerlos expuestos o bien valerse de las gangas que puede encontrar en la tienda digital para encontrar juegos en oferta oficiales y baratos. Eso si, tener esta consola será algo más caro.
- El que quiere ahorrar a toda costa: Tener una consola de última generación es importante para muchos usuarios. Todos la quieren al mejor precio, aunque eso suponga gastar cien euros menos y prescindir de una característica porque sabe que las gangas están en Internet. Y siendo el hardware igual de potente ¿para qué gastar más?
Conclusión: el lector de CDs será perfecto para amantes del cine y las series
Y es que esta es la única solución que vemos a este problemas. Las consolas modernas disponen de aplicaciones que también pueden convertir cualquier televisor en una smart TV con apps de servicios VOD. Eso por no hablar de que tendrás la posibilidad de disponer de una función de lectura de discos perfecta para seguir viendo las películas y series originales en formato físico, que siempre son más interesantes porque mantendrán la mejor calidad de sonido e imagen sin ningún tipo de corte en su visionado.
