Mientras esperamos la llegada de GTA VI, vemos como muchos están enganchados a Expedition 33, y otros miles de jugadores abandonando una de las temporadas más sosas de Fortnite, nosotro queremos huir de lanzamientos millonarios y superproducciones que lo acaparan todo hablando de 4 videojuegos que, sin tanta publicidad ni nombres conocidos, nos han encandilado.
Hacemos referencia a esos títulos que, a pesar de su tamaño modesto, un desarrollo limitado y a muy poca o nula publicidad, han logrado alcanzar los primeros puestos de Steam en cuanto a valoraciones. Y lo han conseguido, en parte, gracias a un amor por el arte de los videojuegos que han sabido conquistar a miles de gamers alrededor del mundo.
Aquí no hay grandes presupuestos, ni parches ni lanzamientos multitudinarios. No, aquí tenemos ideas bien ejecutadas,una jugabilidad pulida y un cariño evidente por el detalle.
Tunic
Tunic es una aventura que, a simple vista, parece un homenaje a los Zelda clásicos que todos hemos jugado en Snes o Game Boy, pero va mucho más allá. Aquí controlas a un pequeño zorro que explora un mundo lleno de secretos, ruinas y criaturas peligrosas donde lo más llamativo es que… no sabes cómo jugar.
Entiéndenos, no hay tutoriales ni explicaciones claras, por lo que una de las claves del juego, y lo que lo hace tan adictivo, es ir descubriendo las mecánicas al encontrar páginas dispersas de un manual en un idioma extraño, lo que convierte cada nuevo paso en un pequeño descubrimiento.
Además, visualmente es precioso, con un estilo nostálgico y encantador, pero es su atmósfera enigmática y su diseño ingenioso lo que realmente engancha.
Dome Keeper
Este claro guiño a los ‘marcianitos’ del pasado te convierte en el único responsable de una cúpula en un planeta alienígena, y tu misión es resistir oleadas constantes de monstruos. Entre ataque y ataque, tienes que excavar en las profundidades para conseguir recursos con los que mejorar tus defensas. El tiempo es limitado, así que cada segundo cuenta.
¿Excavas un poco más o vuelves ya para prepararte? ¿Mejoras el rayo láser o aumentas tu velocidad de movimiento? Es ese dilema constante lo que mantiene el juego tenso y emocionante. Cada mejora que consigues se nota de inmediato, y eso hace que el progreso sea muy satisfactorio. Con una estética minimalista pero efectiva y una música que refuerza el combate, es uno de los juegos desconocidos que te animamos a probar de inmediato.
Slay the Spire
Slay the Spire tiene la apariencia de uno de los miles de juegos de cartas que encontramos en la Red, pero no es solo un es, sino que es un rompecabezas estratégico con una rejugabilidad enorme. La idea es sencilla: subes por una torre enfrentándote a enemigos, pero para luchar usas un mazo de cartas que vas construyendo mientras avanzas.
Llegados a cierto punto, es vital saber qué cartas eliges, qué reliquias recoges, qué camino sigues y qué estrategia seguir con uno de los cuatro personajes disponibles en el título, cada uno con estilos y cartas distintas, lo que multiplica las posibilidades de combinación.
Lo adictivo es que no hay una sola forma de ganar, y el juego te obliga a adaptarte y experimentar constantemente. Además, cada partida es distinta, gracias a la generación aleatoria de eventos, enemigos y recompensas.
Loop Hero
Este es uno de esos juegos que no se parecen a nada. No controlas directamente al héroe: él camina solo en un circuito cerrado, luchando automáticamente y parece que tú sólo estás limitado a mirar. Nada más lejos de la realidad, ya que tu tarea es más estratégica. Deberás colocar cartas en el mundo que modifican el camino, añaden enemigos, generan recompensas y afectan la dificultad general.
A eso se le suma un sistema de mejoras de campamento que da sentido al largo plazo y te empuja a seguir jugando a un título que engancha por su jugabilidad, pero enamora por un estilo visual retro y una música nostálgica que completan una atmósfera única.
