Ah, los salones recreativos de los años 90, aquellos templos de diversión que muchos de nosotros recordamos con una mezcla de nostalgia y cariño. Eran lugares mágicos donde, con tan solo 100 pesetas, podías pasar una tarde entera sumergido en un mundo de píxeles y personajes icónicos.
Aquellos eran tiempos más sencillos, cuando los videojuegos aún no se habían convertido en la industria multimillonaria que son hoy, y la diversión estaba a la vuelta de la esquina, en el salón recreativo del barrio. Donde no dependías de parches y DLCs para una experiencia de juego satisfactoria sin renunciar a un enorme componente scial.
Los salones recreativos de los 90
Entrar en un salón recreativo de los 90 era como adentrarse en un universo paralelo. Las luces de neón, el sonido constante de las máquinas, y el aroma característico de una mezcla de plástico, metal y chicles masticados te daban la bienvenida. Había una atmósfera única donde se trapicheaba con monedas de 25 pesetas, nuestro pasaporte a horas y horas de diversión (dependiendo de tu habilidad, por supuesto.)
Pero, además de ser el sitio donde muchos tuvimos nuestro primer contacto con los videojuegos, también eran puntos de encuentro donde se forjaban amistades, se compartían trucos y se intercambiaban historias. Eran espacios donde cada jugador tenía su recreativa favorita, su estrategia secreta, y su récord personal a batir. Incluso aquellos que no jugaban activamente, disfrutaban observando a los expertos del lugar manos a la obra.
Es cierto que aunque ahora podemos jugar desde la comodidad de nuestro hogar con gráficos ultra realistas y mundos abiertos, algo de la magia de aquellos días se ha perdido. La emoción de introducir una moneda, escuchar el clic y ver cómo la pantalla cobraba vida, era una sensación única que difícilmente se puede replicar. O quizá es que nos hemos hecho demasiado mayores.
Las recreativas más míticas de estos salones
Al echar la vista atrás, podemos repasar con nostalgia muchas de las grandes máquinas que en los 90 se tragaron cientos de monedas de 25 pesetas:
OutRun
En aquellos años, cada visita al salón recreativo era una nueva aventura. Podías empezar con un clásico de conducción como OutRun, donde te sentabas en una cabina que simulaba un coche rojo descapotable, sintiendo el viento en tu pelo mientras te adentrabas en paisajes exóticos a gran velocidad. La música alegre y pegajosa que emanaba de la máquina todavía resuena en nuestros oídos cuando pienso en esas tardes despreocupadas donde todos queríamos ser adultos sin saber lo que se nos venía encima.
Street Fighter II
Después de unas cuantas carreras, quizás te dirigías a una máquina más desafiante como Street Fighter II. Aquí, no solo competías contra la máquina, sino también contra otros jugadores. Los enfrentamientos uno a uno con Ryu, Ken o Chun-Li se convirtieron en legendarios, y cada victoria se celebraba con un entusiasmo casi desbordante. Cada movimiento especial dominado, cada combo perfecto ejecutado, te hacía sentir como un verdadero campeón y era de las máquinas que más público tenía.
Cadillacs and Dinosaurs
Pero no todo era competencia directa. Había juegos que permitían cooperar con otros jugadores, creando lazos de amistad y que podías encontrar, no solo en salones recreativos, sino en cualquier bar.
Cadillacs and Dinosaurs era uno de esos juegos. Un beat ‘em up en el que podías elegir entre varios personajes para luchar contra enemigos prehistóricos y subido a los enormes coches que dan nombre al juego. La historia era tan alocada como emocionante, y pasar niveles junto a tus amigos era una experiencia inigualable.
Metal Slug
Otro título que no puede faltar en este repaso es Metal Slug. Este shooter lateral tenía un estilo gráfico inconfundible, lleno de detalles y humor. Las misiones eran intensas, y cada moneda invertida valía la pena por la acción frenética y la sensación de logro al rescatar prisioneros de guerra y derrotar a los enemigos más duros.
WindJammers
Y si hablamos de juegos frenéticos, WindJammers merece una mención especial. Este título combinaba elementos de tenis y hockey ofreciendo partidas rápidas y extremadamente competitivas. Cada personaje tenía sus habilidades especiales, y dominar el lanzamiento del frisbee era un arte en sí mismo. Su secuela es igualmente emocionante, añadiendo nuevo movimientos y personajes.
Daytona USA
Para los amantes de la velocidad, además de OutRun, Daytona USA era otra parada obligatoria. Este juego de carreras ofrecía una experiencia más realista y competiciones más intensas. Los gráficos 3D y la posibilidad de jugar con múltiples jugadores al mismo tiempo lo convertían en una de las máquinas más populares del salón de recreativos de tu barrio.
House of the Dead
El terror y la emoción también tenían su lugar con House of the Dead, un shooter sobre raíles que te ponía en la piel de un agente enfrentándose a hordas de zombies. La pistola de luz y la necesidad de recargar en el momento adecuado añadían una capa extra de inmersión a este juego, que muchas veces jugabas en pareja, compartiendo la adrenalina y el miedo.
Puzzle Bobble
Finalmente, no podemos olvidar Puzzle Bobble (también conocido como Bust-A-Move). Este juego de puzles era perfecto para relajarse después de tanta acción. Lanzar burbujas de colores y hacerlas explotar en cadenas era tan adictivo como satisfactorio. A menudo había una cola de gente esperando su turno para desafiarse en este juego aparentemente simple pero increíblemente adictivo que te animaba a batir tu récord una y otra vez.