Cuando Internet entró en las oficinas, cambió el entorno de trabajo por completo, sustituyendo muchas herramientas por el ordenador. Cuando entró en casa, cambió las relaciones sociales y el uso de las estancias. Ahora que llega a los coches, promete cambiar cómo vemos la movilidad.
Los vehículos conectados ahora suponen un 15% de las fabricaciones, y se espera que para finales de 2018 supongan el total. El mercado de SIMs embebidas crecerá multiplicado por cada matriculación, y con él surgirán nuevos negocios al volante. Entretenimiento, mantenimiento e incluso médicos, entre otros.
Viajes de cine, Netflix, silencio o empresa
Imagina que vas hacer un viaje, de modo que acudes al mostrador de una empresa de vehículos autónomos, y solicitas:
—Buenos días, quiero contratar un viaje de ida Madrid-Calpe. Cuanto antes salga, mejor.
—Para las 8:35h tenemos un viaje en silencio, y a las 8:40h uno que proyectará las olimpiadas de Warcraft en directo. Si busca uno con mesas de trabajo, tendrá que esperar hasta las 9:00h, que estamos limpiando una unidad.
En los vehículos completamente autónomos, el espacio interior no necesita estructurarse como en los vehículos convencionales. Volkswagen presentó el Sedric (arriba) como una cabina que hace desaparecer la tecnología de conducción propiamente dicha. Liberando el espacio para un sinfín de usos, y negocios.
Gracias a incluir una tarjeta SIM en el vehículo, este podría ofrecernos la conexión para disfrutar de Netflix o Spotify más allá de nuestra casa y espacio de trabajo. O incluir una pequeña sala de cine para disfrutar del último evento.
Si las salas de cine se adaptaron para dar conciertos, partidos y eventos eSports, ¿por qué no iba a hacer el coche lo mismo? Claro, que en este modelo de negocio tendrían que trabajar juntos:
- los fabricantes, que aportarían el diseño del espacio en forma de cine;
- las empresas de telecomunicaciones, con una mejor señal en carretera, probablemente de mano del 5G;
- las productoras, que tendrían que ofrecer descuentos para sus proyecciones en pantalla sobre ruedas;
- los intermediarios, que nos permitirán alquilar el vehículo o comprar asientos.
No son los únicos negocios en mente de la industria automovilística. Como en los trenes modernos, uno podrá comprar un asiento en silencio, o preparados para los negocios con una mesa sobre la que trabajar que cambiará por completo el concepto de empresa y nuestras relaciones.
Me pasaré por el médico, así que hoy cojo el coche
Se estima que el trayecto medio para acudir al trabajo en coche es de unos 30 a 40 minutos de ida, más otros tantos de vuelta. Por eso hay varias compañías buscando cómo optimizar mucho ese tiempo más allá del infoentretenimiento.
Por ejemplo, diseñando asientos, cinturones de seguridad y volantes que nos realicen un pequeño examen médico. Y no es algo tan futurista como pueda parecer, ya que hoy día los detectores biométricos se han miniaturizado mucho, como en el caso de los oxímetros.
Descuento en tu SIM si cedes datos a la NOAA, el fabricante del coche o tu seguro
Todos los vehículos cuentan hoy en día con una centralita que nos informa a través de un monitor de una infinidad de datos. Velocidad, revoluciones, estado de los neumáticos, temperatura en cabina, en el exterior, en determinados puntos de la alimentación… Pero esos datos apenas son accesibles.
Las predicciones de la NOAA estadounidense, el AEMET español o de la EEA europea son bastante fiables. Pero imaginemos lo que supondrá para las predicciones climáticas que todos los vehículos compartiesen los datos como si fuesen una estación meteorológica sobre ruedas.
O lo que será para las marcas de los vehículos disponer en tiempo real de los datos de buena parte de los componentes que fabrican. Podrían no solo diseñar la siguiente tanda de componentes mejor, sino adelantarse a posibles deficiencias antes de que estas dejasen tirados a sus clientes.
Un tercer negocio relacionado con los 5 TB a la hora que generarán los vehículos conectados será el ajustar el coste del seguro a nuestra conducción. Hoy reciben descuentos quienes tienen todos los puntos de carné o quienes no han dado un parte en años. En el futuro, tendrán descuentos quienes conduzcan respetando las normas de circulación.
Procesar datos para aportar valor
Hay una infinidad de negocios que esperan la llegada de los vehículos conectados. Alguno de ellos son la conducción asistida en remoto, la mejora de los sistemas antirrobo por GPS, la expansión de los servicios que ya paga el usuario como Google Play Music o HBO, los vehículos-router, el escáner de las carreteras y sus desperfectos… La lista continúa.
Todos estos modelos pasarán, literalmente, a través de las telecos (empresas de telecomunicaciones) que ahora gestionan la red. Con tecnologías como el GSM (G), DCS (2G), UMTS (3G) o LTE (4G), esperan a la baja latencia que traerá el 5G para dar conexión a los coches.
Sin embargo, los expertos señalan que las compañías de telecomunicaciones perderán un enorme mercado si no procesan los datos. Es decir, si usan sus tuberías de fibra óptica solo para bombear datos, no solo saturarán sus conexiones, sino que ofrecerán servicios de poco valor a las empresas y usuarios.
De ahí la importancia de estructurar los datos, generar inteligencia y conocimiento antes de que sean lanzados a través de la red de 5G. Probablemente, el próximo reto técnico de los vehículos conectados.