Son muchos los desarrolladores de videojuegos que no solo se han hecho un nombre por representar a una compañía top, también por dar nombre a un género o simplemente por tener un diseño tan propio que a día de hoy solo con verlo ya sabes que es suyo. Es el caso de Goichi Suda, el director ejecutivo de la casa GrassHopper y que destaca por su estilo propio
Es uno de los amantes de los juegos de acción que no solo ha creado juegos con personalidad propia, también ha hecho patente su amor por el cine con diferentes cameos en sus juegos. Seguro que conoces alguno, pero tal vez sabes poco de este genio entre los genios.
Viajes, béisbol y una funeraria
Puede que en otras circunstancias estas tres cosas no tengan ninguna relación entre sí, pero para Suda han sido partes importantes de su vida a partes iguales. La primera de todas, los viajes tiene que ver porque uno de sus primeros trabajos fue el de vendedor, lo cual le exigía viajar mucho en coche. Yendo de un lado para otro pudo tener mucha experiencia de un lado a otro y el trato de cara al público, pero era un trabajo abrumador allí en Nagano.
Sin embargo, un día encontró la segunda cosa de la que te hablamos. Gracias a la influencia americana en el país nipón tras la Segunda Guerra Mundial, el beisbol se consagró como uno de los deportes más importantes y de ahí que haya lo que se conoce como centros de bateo. Lo cierto es que son baratos y para Suda es un sitio donde puede estar solo con sus pensamientos. De hecho, hará referencia a esta actividad en muchos de sus juegos.
Pero ¿qué pinta de verdad una funeraria aquí? Un lugar tan tétrico podría cuadrar en cualquier obra de otros genios como Mikami o Kojima, pero lo cierto es que de este tridente de genios Goichi es el que se lleva la palma. Y es que este fue su último trabajo ‘normal’ antes de crear Grasshopper. Organizar las flores o enterrar eran algunas de sus labores, por lo que estaba bastante cercano a lo que es la muerte.
Llega Grasshopper Manufacture de Suda51
No hemos hablado de esto, pero a Goichi Suda se le conoce también como Suda 51. El porqué es un juego de palabras ya que 51 está compuesto por los números cinco, ‘go’ en japonés, y el uno, que es ‘ichi’. De ahí el nombre que seguramente habrás visto en algunos juegos como son, por ejemplo, Super Smash Bros Brawl, donde colaboró, y otros muchos que llevan su sello propio.
En 1998, después de hacer algunos trabajos para Human Entertainment, nació una firma con sello y carisma propios: Grasshopper Manufacture. Y lo hace con una filosofía muy clara que no es otra de no hacer nada que vaya en contra de la filosofía y el estilo de la empresa, uno que dejó claro en sus inicios que fueron Flower, Sun and Rain. La historia de un investigador que revivía en el mismo día y tenía que involucrarse en las historias de otros personajes lo hizo con un diseño de cómic muy personal que alcanzaría su climax con Killer 7.
Esto fue ya en 2005 y fue el primer juego que salió de las fronteras niponas. Su argumento giraba en torno a un asesino de 60 años que está en silla de ruedas pero que sufre un trastorno de personalidad múltiple. Esto le hace tomar el control de siete sicarios que están en su mente y cada uno con un estilo propio de ‘hacer el trabajo’
Esto ya dejaba claro dos cosas: que el protagonista tenía que ser surrealista pero muy especial y que la técnica de cell shading iba a ser la tónica habitual de la firma y que llegó de la inspiración de una obra maestra de la animación como es Samurai Champloo. Lo mejor de todo es que, pese a que no fue un gran éxito, llegó al corazón de muchos jugadores considerándolo un juego de culto.
A todo esto, es importante destacar que no es una compañía del calibre de otras third parties como pueden ser Square Enix que cuenta con muchos trabajadores. Esto le ha permitido ser muy flexible en sus trabajos y hacerlos todos a su manera
Los héroes no son lo suyo
Si echamos un vistazo al historial de Suda 51, los títulos posteriores dejan claro que sus protagonistas no son los típicos héroes que todo amante de las historias quiere ser. Y esto no hay más que verlo en los títulos que han llegado después como son Lollipop Chainsaw, un juego de zombies en el que encarnas a una animadora con una motosierra gigante y lleva la cabeza de su novio en la cintura para mantenerlo vivo, Project Zero, un juego de terror japonés de los más queridos del sector, o No More Heroes.
Y es que es aquí donde nos tenemos que parar ya que es de lejos la obra culmen de la firma. Lejos de la personalidad de Garcia Hotspur en Shadows of the Damned o el asesino a sueldo y gigolo en sus ratos libres llamado Mondo en Killer is Dead, Travis Touchdown es el juego que más fans tiene la saga y por méritos propios.
Suda 51 creó un juego que era divertido, cercano y sin tapujos, todo sin dejar de lado una historia extravagante que no podría salir de ninguna cabeza que no fuera la suya. La historia de un asesino que compra una espada láser no es la típica de cumplir encargos, si no que se debe enfrentar a otros de rango más alto y matarlos para subir en el escalafón.
Curiosamente, llegó de la mano de Nintendo con Wii donde dejó caer sus dos primeras entregas de éxito donde el movimiento hacía que el usuario formara parte de los movimientos definitivos de Touchdown, los cuales se sucedían uno tras otros.
¿Qué futuro le espera?
Con un cierre de esta saga, Goichi Suda deja claro que no es una persona cualquiera. Sus historias acaban calando en los usuarios que las juegan de un modo u otro, dándoles una vuelta de tuerca a los géneros establecidos y haciéndolos más divertidos e irreverentes. Con un cierre de su saga No More Heroes, quedamos a la espera de ver qué le depara el futuro a una compañía que sabe hacer las cosas a su manera y llegar a su público.
Imagen: Georges Seguin
