Este principio de 2024 ha sido un tanto raro en lo que a temperaturas se refiere. Ya se ha hablado, y también corroborado que se trata del invierno más cálido desde que hay registros, lo que preocupa a muchos por el problema del cambio climático. No es de extrañar, ya que tenemos delante un problema importante con el que lidiar y que puede estar provocado por lo que se denomina ‘Mancha fría’ en el Atlántico.
Puede que no te esperases que un problema en el Ártico estuviera relacionado con el cambio climático, aunque tiene su explicación científica.
Los problemas de que el Ártico se derrita
El planeta Tierra tiene en sus polos dos masas de hielo gigantescas. Con el paso de los años, estas se han derretido poco a poco, algo que ha pasado de ser normal a un problema por el ritmo al que lo hacen. Y es lógico que ante la gran velocidad que está tomando se estén planteando medidas para paliar los efectos del cambio climático, pero el problema va mucho más allá de lo que está en manos del ser humano.
Resulta que un reciente estudio publicado en Weather and Climate Dynamics ha determinado el volumen de agua que se añade al mar cada diez años, el cual asciende a nada menos que 6.000 kilómetros cúbicos. Si, la medida es enorme, pero sus consecuencias son lo que llama más la atención. Resulta que con masas de agua fría vertidas en el mar se produce un efecto que impide que las aguas frías de los glaciares y la salada del mar se mezclen, lo que ha provocado que se produzca la mancha fría.
Y es que este mote es porque el Ártico es el único sitio que se ha enfriado con todo el calor que está sufriendo la Tierra. Y es que ante la ausencia de un mayor movimiento en las corrientes bajas del mar, el agua fría permanece en la superficie, lo que da una sensación de que hace más frío.
Un estudio de cuatro décadas
Llegar a esta conclusión no ha sido nada fácil. De hecho, se ha necesitado nada menos que 40 años para llegar a estas conclusiones tan importantes que dan como resultado el motivo por el que Europa está sufriendo más olas de calor. Resulta que durante este tiempo se ha confirmado que la cantidad de agua dulce que se ha vertido al mar ha aumentado conforme han pasado los años hasta el punto en que estamos ahora.
Según el informe estamos en un momento en que los vientos del oeste más fuertes mueven un flujo oceánico cálido llamado Corriente del Atlántico Norte. Esta se dirige como una corriente que se curva hacia arriba pasando cerca de las Islas Británicas creando una masa de aire caliente y seco, lo que se conoce como bloqueo de alta presión.
Este suceso ha conseguido que poco a poco los inviernos hayan sido más calurosos que de costumbre, pero hay otro fenómeno que es que la Corriente del Golfo se está frenando por que cada vez tiene menos cantidad de agua salada en el Atlántico Norte. El problema es más grave todavía, ya que nos encontraríamos con problemas de condiciones climáticas frías más extremas.
