Los maglevs son una tecnología innovadora y prometedora que ofrece una alternativa al transporte ferroviario tradicional. Sin embargo, también presenta una serie de retos y dificultades que deben ser superados para lograr su implantación y difusión a nivel global, ya que es demasiado pronto para que este sistema de transporte suceda a los trenes convencionales.
Sin entrar en mucho detalle, los maglevs son trenes que se desplazan sin ruedas, utilizando un sistema de levitación magnética que les permite alcanzar velocidades superiores a los 500 km/h. En base a este funcionamiento, existen diferentes proyectos en el mundo para implementarlo como medio de transporte.
¿Qué es la levitación magnética?
La levitación magnética es un fenómeno físico que consiste en la suspensión de un objeto sobre otro mediante la acción de campos magnéticos. Esto se logra mediante el uso de imanes o electroimanes de gran potencia que generan fuerzas de atracción o repulsión entre ellos.
Existen dos tipos de levitación magnética, aunque ambas requieren de un sistema de estabilización para evitar que el objeto levitado se desvíe o caiga:
- Tipo atractivo: Esta se basa en la atracción entre polos opuestos de dos imanes.
- Tipo repulsivo: Tipo que se basa en la repulsión entre polos iguales.
¿Cómo funcionan los maglevs?
Los maglevs utilizan la levitación magnética de tipo repulsivo para elevarse sobre unos raíles especiales llamados guías. Estas guías contienen electroimanes que se activan y desactivan según la posición del tren, creando un campo magnético variable que impulsa al vehículo hacia adelante.
Los maglevs no tienen motor ni necesitan combustible, ya que se alimentan de la electricidad que circula por las guías. Tampoco tienen fricción ni rozamiento con el suelo, lo que les permite alcanzar altas velocidades con un bajo consumo energético y una menor emisión de ruido y contaminación.
Como medio de transporte, los maglevs tienen varias ventajas frente a los trenes convencionales, como:
- Mayor velocidad: pueden superar los 500 km/h, lo que reduce el tiempo de viaje y aumenta la eficiencia del transporte.
- Mayor seguridad: al no tener contacto con el suelo, evitan el riesgo de descarrilamiento, colisión o incendio.
- Mayor comodidad: al no tener vibraciones ni ruido, ofrecen una experiencia de viaje más confortable y silenciosa.
- Menor mantenimiento: al no tener piezas móviles ni desgaste, requieren menos reparaciones y sustituciones.
- Menor impacto ambiental: al no emitir gases contaminantes ni generar residuos, contribuyen a la preservación del medio ambiente.
Sin embargo, esta forma de transportarnos también tienen algunas desventajas, como:
- Alto coste: su construcción e instalación requieren una gran inversión económica y una compleja infraestructura técnica.
- Baja compatibilidad: su funcionamiento depende de unas guías específicas que no son compatibles con las vías existentes, lo que limita su integración con otros medios de transporte.
- Poca disponibilidad: su operación está condicionada por las condiciones climáticas y geográficas, ya que pueden verse afectados por las variaciones de temperatura, humedad o altitud.
- Baja flexibilidad: su diseño y capacidad están determinados por las características de las guías, lo que reduce su adaptabilidad a las necesidades y demandas de los usuarios.
Los maglevs en el mundo
Como imaginarás, hablamos de una tecnología relativamente nueva que aún no se ha extendido masivamente en el mundo.
Sin embargo, existen algunos países que han desarrollado o están desarrollando proyectos para implementarla, como:
- Japón: es el pionero y líder mundial en la investigación y desarrollo de los maglevs. Cuenta con el tren más rápido del mundo, el SCMaglev (Superconducting Maglev), que ha alcanzado los 603 km/h en pruebas. Tiene previsto inaugurar una línea comercial entre Tokio y Nagoya en 2027, y otra entre Tokio y Osaka en 2045.
- China: es el único país que tiene una línea comercial operativa de maglevs desde 2004. Se trata del Transrapid Shanghai, que conecta el aeropuerto internacional de Pudong con el centro financiero de la ciudad en solo 8 minutos, alcanzando una velocidad máxima de 431 km/h. También tiene otros proyectos en marcha o en estudio, como el Beijing-Shanghai Maglev o el Sichuan-Tibet Maglev.
- Alemania: es el país donde se originó el concepto de los maglevs en los años 30, y donde se desarrolló el primer prototipo funcional en los años 70, el Transrapid. Sin embargo, no ha logrado poner en marcha ninguna línea comercial, debido a problemas técnicos, económicos y sociales. Su proyecto más avanzado fue el Transrapid Munich, que pretendía conectar el aeropuerto con el centro de la ciudad, pero que fue cancelado en 2008 por falta de financiación y apoyo político.
- Francia: es el país que ha propuesto el proyecto más ambicioso y futurista de los maglevs, el M3 (Maglev Magnétique Mobile). Se trata de un sistema de transporte interurbano e intercontinental que consiste en unos tubos al vacío por donde circularían unos vehículos levitados magnéticamente a velocidades superiores a los 1000 km/h. El proyecto está en fase de estudio y no tiene fecha de realización.
Aún queda mucho tiempo para que estos trenes imantados sutituyan a los vagones convencionales, pero es una clara indicación de hacia donde nos movemos, valga la redundancia.
