Una de las cosas que todo elemento electrónico necesita para funcionar al menos de manera autónoma es una batería. Estos elementos ayudan a almacenar energía al mismo tiempo que la distribuyen cuando estas no están en proceso de carga, aunque lo cierto es que no todas tienen la posibilidad, como es el caso de las pilas que puedes utilizar para cargar o poner a funcionar diferentes aparatos. Sin embargo, no todas las baterías funcionan de la misma manera o por lo menos no están construidas de la misma forma, tal y como demuestran las baterías de estado sólido que pueden ser la gran respuesta para los coches eléctricos del futuro.
En la actualidad muchos aparatos utilizan las llamadas baterías de iones de litio para funcionar. Tanto es así que ya podemos considerarlas como algo convencional pero de las que te vamos a hablar son claramente importantes para el porvenir de los aparatos que dependen de una batería eléctrica.
Un material sólido para que la batería guarde energía
Cuando tú coges una pila a una batería simplemente ves la cubierta de este. En su interior hay una serie de elementos que son los que posibilitan el almacenamiento de energía, así como la carga en caso de que esta sea posible. Entre sus partes podemos encontrar un ánodo y un cátodo típicos de cualquier batería con un separador entre medias. La parte que nos interesa es la del ánodo el cual está hecho de litio si atendemos a la tendencia actual de la mayoría de los fabricantes de este material.
Sin embargo, hay una parte importante que es la del electrolito, una solución líquida que está compuesta por una sal de litio que crea la reacción química para que el ánodo y el cátodo puedan servir la energía que contiene. Este procedimiento funciona de manera diferente en las baterías de estado sólido que contienen un único espacio donde se almacenan separadores de electrolito sólido entre los ánodos y los cátodos.
Beneficios y desventajas
Aunque sirvan perfectamente lo mismo, las baterías de estado sólido pueden aportar muchas ventajas a los diferentes elementos electrónicos que usamos a lo largo de un día especialmente a los coches eléctricos que son los grandes beneficiados de esta tecnología. Por eso es importante tener en cuenta cuáles son sus principales beneficios así como sus posibles desventajas en caso de que las haya.
Empezaremos por la parte buena y es que para muchos usuarios la utilización de baterías de estado sólido podrían ser la gran solución para que el coche eléctrico cumpla con las necesidades de los conductores de un coche eléctrico. Una de sus ventajas es que en el mismo espacio que ocupa una batería de litio convencional puede almacenar más energía, lo que se traduce en un aumento de la autonomía de los coches (algo que podría impulsar las ventas de este tipo de vehículos en el futuro).
Por otro lado, tiene una parte de seguridad y mantenimiento que realmente llama la atención dado que se utilizan componentes sólidos en vez de líquidos para su fabricación. El uso de electrolitos sólidos de cristal hace que la batería pueda funcionar incluso a temperaturas extremadamente bajas y también previene la solidificación del líquido que actualmente se usa, evitando así una degradación más rápida de la batería. Pero lo más importante es su seguridad, ya que en caso de accidente no habría problemas con los incendios como ya hemos visto en muchos vehículos que tienen este tipo de baterías.
Pero no todo es tan bonito, ya que uno de sus principales problemas es su fabricación. Condensar todos los elementos en una única pieza implica que es necesario conectarlas de alguna manera con un material que permita una rápida transmisión entre sus elementos. Son muchas las casas que están trabajando en sacar adelante este proyecto y todavía se buscan elementos que tengan una conductividad más alta para mejorar su eficiencia.
Ella que hablamos de eficiencia es importante de destacar que el otro problema reside en el deterioro de su autonomía. Como ocurre con las otras baterías, los ciclos de carga hacen que los materiales pierdan sus cualidades y pueden producir una reducción de su autonomía, aunque esta podría ser un poco más alta si no se soluciona lo anterior.
Como puedes ver, la fabricación de baterías de Estados Unidos son un gran reto para todos los fabricantes de coches eléctricos de cara al futuro. No cabe duda que gracias a la inteligencia artificial así como el gran desempeño de los departamentos de I+d de las diferentes compañías darán con las mejores opciones para ganar el futuro disfrutemos de este tipo de pilas que al menos aportarán más seguridad a los ocupantes de estos vehículos el día de mañana.
