El universo está lleno de misterios y, aunque no te lo parezca, hay algunos que solamente conocemos de la teoría pero que nunca se han visto. Esto es posible porque no siempre hemos tenido a los telescopios colocados en esos lugares privilegiados y en el momento justo, pero por fin podemos decirte que por primera vez el ser humano ha podido ver el inicio y el fin de una supernova.
Resulta curioso que esto sea posible, pero es una hazaña que no hubiéramos tenido nunca de no ser por el uso del telescopio Webb.
Un momento clave en la vida de una estrella
Las teorías de cómo se cómo se generan todas las estrellas en el Universo están infundadas no solamente por diferentes estudios sino también por la capacidad que el ser humano ha tenido para disponer de telescopios capaces de poder divisarlos desde una distancia segura para contemplar las diferentes explosiones de gas y elementos que conllevan el nacimiento de este fenómeno. Lo que llama la atención es que gracias a las posibilidades que ofrece el telescopio de James web hemos podido ser testigos de cómo nace y muere una supernova.
Estamos ante la llamada llamada SN 2025pht, la cual ha nacido de una supergigante roja que se encontraba a unos cuarenta millones de años luz de distancia de la Tierra. Según las declaraciones de Charlie Kilpatrick, profesor asistente de investigación de la Universidad Northwestern «Durante varias décadas, hemos intentado determinar con exactitud cómo se ven las explosiones de estrellas supergigantes rojas. Solo ahora, con el Webb, contamos finalmente con la calidad de datos y observaciones infrarrojas que nos permiten determinar con precisión el tipo exacto de supergigante roja que explotó y cómo era su entorno inmediato».
Es importante destacar que esta estrella era 15 veces más grande que el Sol y su explosión dejó una extensa capa de polvo, algo que me impidió que los mensajes infrarrojos del telescopio espacial pudiera detectar este momento tan importante que por si fuera poco cuando hablamos de brillo era 100.000 veces más potente que el sol pese a la gran cantidad de polvo que había a su alrededor.
Un hallazgo importante para la astronomía
El hecho de encontrar esta super gigante roja explotando con una nube de polvo hace que la comunidad científica tenga en cuenta estos elementos a la hora de estudiar el espacio. Y es que ahora se sabe que la presencia de polvo en grandes cantidades a suponer el estallido de una gran estrella en alguna parte del universo no quedarían más vías de investigación de cómo se comportan estos elementos o cuándo realizan estas explosiones para tenerlos en cuenta y sobre todo localizadas en el espacio.
