En plena época invernal muchos buscan la comodidad de un sitio cerrado y calentito para pasar las horas de más frío. Por desgracia, esto no siempre es posible por las bajas temperaturas a las que están expuestos, motivo por el cual muchos no solamente se abrigan, sino que disponen de accesorios con los que evitar el frío. Uno de los que más se ha puesto de moda en los últimos años han sido esos calentadores de manos reutilizables que consta de una pieza metálica dentro de una bolsa de gel las cuales muchos se preguntan cómo funcionan.
Su uso se ha popularizado mucho y no es extraño encontrarte con alguna persona friolera que las épocas de invierno y finales de otoño lleva uno de estos en su bolso o mochila.
Cuestión de química
La química es una asignatura realmente tediosa para muchos, aunque para otros forma parte del día a día ya que se dedican a la investigación y al desarrollo de productos que el día de mañana puedan utilizar el común de los mortales o que ya están en su comercialización. El gran público solamente se centra en los objetivos de dicho producto, pero detrás de él hay fórmulas y mecanismos que parecen tan simples que cualquiera podría realizarlos en la comodidad de su casa.
El ejemplo que te vamos a poner hoy podría parecer uno de estos, pero lo cierto es que detrás de los calentadores de manos que venden en muchas tiendas existen una forma de funcionar realmente interesante y que muchos desconocen pese a lo fácil que es activarlo. Por si no sabes a lo que nos referimos son unas bolsas selladas con un líquido en el interior y que dentro tiene una pieza de metal. Podría parecer que no tiene mucho sentido, pero lo cierto es que todos aquellos que odian el frío sacan partido de este objeto.
Y empecemos por lo más básico y evidente y es que la bolsa está sellada precisamente por el líquido que hay en su interior, el cual es la base de este proceso. Resulta que en su interior hay una solución sobresaturada de acetato de sodio trihidratado en agua, un líquido que por sí solo no hace mocho más que existir, pero tiene una característica realmente interesante. Su conservación está por debajo de su punto de congelación, lo que significa que se mantiene líquido en condiciones térmicas en las que no debería estarlo.
¿Entonces? ¿Por qué se endurece y calienta? Pues es aquí donde entra en juego la pieza metálica. Esta está ligeramente doblada lo que hace que sea muy fácil pulsarla y generar otro doblez en el lado contrario. Esto tiene un efecto de botón de encendido, ya que la vibración producida por la presión genera una perturbación en el líquido que hace que este reaccione endureciéndose y liberando calor durante un breve periodo de tiempo.
El calor se disipa y vuelve a ser sólido
Probablemente, nunca te hubieras imaginado como funciona este tipo de calentadores reutilizables, pero como puedes ver la ciencia tiene una explicación para este tipo de dispositivos cuyo único fin es mantenerte caliente durante un período de tiempo cuando sales a la calle. De hecho, esta reacción dura unos minutos ya que una vez que la reacción deja de liberar calor poco a poco se vuelve a solidificar y enfriar de tal forma que vuelva a ser un elemento sólido y flexible hasta que vuelvas a pulsar la pieza metálica y se reactive esta solución.
Lo único que tienes que saber es que el líquido del su interior no debe salir de la bolsa o de lo contrario podría reaccionar de una forma peligrosa.
