Imagina un mundo donde viajar en el tiempo no es solo un sueño de la ciencia ficción. No es cuestión de las ocurrencias de un loco Dr. Brwon robando plutonio a unos iraníes. No, todo depende de la ciencia, y es algo que cada vez está más cerca.
De hecho, un experimento realizado por investigadores de la Universidad de Cambridge ha dado un paso revolucionario hacia esta posibilidad, utilizando uno de los fenómenos más intrigantes de la física cuántica: el entrelazamiento cuántico.
¿Qué es el Entrelazamiento Cuántico?
Para entender el experimento de Cambridge, primero debemos comprender qué es el entrelazamiento cuántico. Realmente, no es algo sencillo de explicar, pero podemos decir que hablamos de un proceso que tiene lugar cuando dos o más partículas se vinculan de tal manera que el estado de una partícula no puede describirse independientemente del estado de la otra, sin importar la distancia que las separe. Vamos, que ambas dependen la una de la otra.
El ejemplo que han dado numerosos expertos es el de los dados mágicos. Si lanzas uno y obtienes un seis, automáticamente sabes que el otro dado también mostrará un seis, incluso si está a kilómetros de distancia, ya que están conectados Lo mismo sucedería al lanzar dos monedas al aire, ambas siempre van a mostrar la cara o la cruz, dependiendo la una de la otra. Este “hilo invisible” que conecta los dos dados o las dos monedas sería la mejor forma de explicar entrelazamiento cuántico.
El experimento revolucionario de Cambridge
El equipo de Cambridge, liderado por David Arvidsson-Shukur, ha utilizado esta propiedad para simular viajes en el tiempo. Publicado en la revista Physical Review Letters, su experimento no implica un viaje físico real, sino una simulación que explora cómo se comportarían los bucles de espacio-tiempo si los pudiéramos crear.
Para ilustrar este concepto, Arvidsson-Shukur utiliza un ejemplo simple: Imagina que quieres enviar un regalo a alguien, pero solo recibes su lista de deseos después de haber enviado el regalo. En un escenario estándar, es imposible saber de antemano qué querrá esa persona. Sin embargo, utilizando el entrelazamiento cuántico, podrías cambiar retroactivamente lo que enviaste, asegurándote de que sea el regalo perfecto.
Difícil de entender, pero científicamente posible.
El experimento (simulado, insistimos) comienza entrelazando dos partículas. La primera partícula se envía para ser utilizada en un experimento. Luego, al obtener nueva información, los científicos manipulan la segunda partícula, lo que altera efectivamente el estado pasado de la primera. Este proceso, aunque no es un viaje en el tiempo literal, demuestra cómo podríamos cambiar retroactivamente el estado de una partícula con el objetivo de manipular el resultado de un experimento.
Sorprendentemente, este efecto solo se produce una de cada cuatro veces, con una probabilidad de fracaso del 75%. Vamos, que no pensamos que, de momento, haya muchos voluntarios para hacer este viaje en el tiempo.
¿Se abren las puertas a los viajes temporales?
Aunque este experimento no nos permite alterar nuestro pasado, sí abre nuevas puertas en la comprensión y aplicación de la mecánica cuántica. Estas simulaciones podrían revolucionar la manera en que realizamos experimentos y mediciones, permitiéndonos solucionar problemas de una manera que antes parecía imposible.
Según Arvidsson-Shukur, estas técnicas no son una máquina del tiempo, sino una exploración profunda en los fundamentos de la mecánica cuántica. En última instancia, este avance podría permitirnos crear un futuro mejor, solucionando los problemas del ayer desde el día de hoy, pero aún estamos muy lejos de viajar en el tiempo como en las películas que todos tenemos en mente.