La ingeniería aeronáutica supone una parte muy importante para el mundo del transporte. Los fabricantes de coches ya sean de competición o turismos buscan la manera de encontrar las formas más aerodinámicas para que la resistencia al viento sea la menor posible y así aumentar la eficiencia del motor del coche. Sin embargo, cuando hablamos de la construcción de un barco o de un avión son muchos los elementos que hay que tener en cuenta para que las últimas novedades en tecnología sean de gran ayuda como pueden ser las salas de geometría variable para el mundo de la aviación.
Las llamadas morphing wings parecen estar hechas de una sola pieza aunque en su interior es capaz de moverse de tal forma que se pueda adaptar a las condiciones en las que la aeronave se maneja para que los motores sean mucho más eficientes y ahorren combustible durante el vuelo.
Alerones flexibles para dar una mejor aerodinámica
Si eres de los que elige ventanilla cuando compra su billete de avión seguramente habrás visto en algún momento cómo funcionan las alas de este. Es que para muchos esta parte del avión no tiene mucho más misterio que el movimiento de los motores que se colocan por debajo de esta parte en el caso de los aviones comerciales. Sin embargo, hay una parte un tanto ruidosa que todos los pilotos deben de comprobar antes de comenzar un vuelo y son los llamados flaps.
Esta parte del fuselaje de las alas se mueve y es capaz de redirigir el aire que corta la parte frontal para que el avión sea capaz de girar en pleno vuelo o incluso aumentar la resistencia al viento para frenar en el momento del aterrizaje. También son importantes en el momento del despegue tanto que ayudan a mejorar la aerodinámica de la nave y conseguirlo una velocidad lo suficientemente alta como para elevarse.
Sin embargo, la ingeniería está llegando a un punto en el que esta parte de las alas podría dejar de ser tan mecánico y hacer que pudiera formar parte de la propia ala si tenemos en cuenta el desarrollo de estos alerones con geometría variable. Están compuestos de materiales flexibles de tal forma de que solamente se mueven los extremos para modificar la línea recta que de otra manera tendría el ala si no lo estuviera.
Alas más aerodinámicas y adaptables
La posibilidad de tener unas alas con geometría variable podría ayudar mucho en el futuro de la aviación. Al no disponer de partes mecánicas pueden ayudar a evitar errores de este tipo en el futuro pero también tienen otras características muy interesantes a nivel aerodinámico. La posibilidad de subir o bajar unos pocos grados y la altura de los laterales permite que la alineación de esta parte se adapte a las necesidades de la aeronave haciéndola mucho más flexible a la hora de tener una forma más aerodinámica. Esto lleva a una mejora sustancial del uso de combustible y también de la eficiencia de los motores.
Además, al colocarse en una de las alas no solamente podemos hablar de avances en el transporte por aire sino también en todos esos elementos donde una corriente de este elemento es clave para poner a funcionar un aparato. También puede utilizarse para mejorar la aerodinámica de otros elementos donde el aire juega un papel fundamental ya sea en la competición automovilística o incluso en los generadores de aire.
Una tecnología que debe pulirse
Sin duda alguna este tipo de elementos mecánicos pueden ayudar y mucho a que el día de mañana los vuelos sean mucho más baratos o incluso la energía sea más barata gracias a que es posible extraerla con mucho mejor eficiencia gracias a los aerogeneradores con esta tecnología. Sin embargo, como pasa con muchos aspectos de la investigación a pesar de que una solución pretende arrojar simplemente ventajas también hay inconvenientes a tener en cuenta. La gran mayoría de estos problemas se centran sobre todo en las propiedades elásticas y el tiempo que puede durar el material en funcionamiento antes de producirse un desgaste por el que se tenga que sustituir la pieza. Aunque no lo parezca el viento y la fuerza que este ejerce es capaz de deteriorar los materiales de las salas mucho más de lo que imaginas y eso conlleva a una revisión de las piezas con un correcto mantenimiento para que estén a punto siempre que se necesiten.
Todavía es una tecnología que debe pulirse por lo que es cuestión de tiempo que las pruebas en los túneles de viento así como aquellas que se realicen en vuelos reales arrojen más información sobre el comportamiento de este tipo de alas que tal vez veamos funcionar en los aviones del futuro.