En los últimos años, nos hemos acostumbrado a convivir con dispositivos que son capaces de funcionar de manera autónoma. En ocasiones no hay más que darle una sencilla orden además de proceder a la alimentación de dicho dispositivo con el fin de despreocuparte de manera total o parcial de su funcionamiento. A día de hoy este límite está en el mundo del transporte, especialmente por tierra, pero a día de hoy muchos se preguntan como es posible que un avión funciona con el piloto automático.
Para los que tienen miedo de lo que ocurra en las alturas puede que no les guste saber que el aparato funciona solo de manera casi total mientras se mantiene en el aire, pero lo cierto es que se trata de una función realmente importante cuando se trata de dar el máximo confort tanto los pilotos como a los pasajeros.
Un ordenador a los mandos de un avión
Cuando viajas como turista en un avión poco te das cuenta de lo que ocurre en la cabina de los pilotos. Apenas una pequeña puerta se para la bodega de carga y los asientos de los pasajeros y la tripulación de ese compartimento, donde el equipo de control de la aeronave tiene la responsabilidad de llevar a todo el mundo de un sitio a otro por aire. Dicho así parece una tarea épica y para muchos lo es, sobre todo si tenemos en cuenta todos los factores que intervienen a la hora de pilotar una aeronave de gran tamaño.
Y es que no hace falta ser uno de los pilotos de los aviones de carga militares más grandes del mundo, ya que cualquiera que tenga la licencia debe saber para qué sirven todos y cada uno de los aparatos, pantallas y botones que hay en el cuadro de control de cualquier avión. Sin embargo, hay un elemento común a todos que es importante conocer de su existencia, por lo menos durante el tiempo en el que la aeronave pasa a grandes alturas y eso es el piloto automático.
La realidad detrás de esta característica es que los pilotos todavía siguen atentos a todo lo que ocurre alrededor, ya que hay elementos en los que una máquina no puede reaccionar de la misma rapidez ni con el mismo criterio que lo haría un ser humano. Pero centrémonos en la parte tecnológica, que es lo que nos atañe, ya que esta función lleva trabajando muchísimos años, aunque no te des cuenta.
Lo primero que debes de tener en cuenta es que el piloto automático es un sistema informático para controlar la aeronave. Hasta aquí todo parece evidente, pero lo cierto es que para que funcione de manera eficiente y correcta necesita una serie de cálculos y parámetros que sólo un ordenador puede realizar de manera rápida para gestionar todo el vuelo. Es cierto que el ordenador es capaz de realizar correcciones de rumbo y altitud de manera rápida y suave, pero lo que muchos dejan de lado es que es capaz de gestionar incluso el gasto de combustible nunca gracias a su función autothrottle.
¿Qué es capaz de hacer?
Como puedes ver, hay partes del vuelo en las que un ordenador está de manera total o parcial en los mandos del avión. Como te hemos dicho el personal que está dentro de la cabina de control es el que se encarga de tomar las decisiones pertinentes para que la aeronave haga lo necesario para tomar la mejor ruta para llegar de un punto A a un punto B.
Sin embargo, el piloto automático tiene muchas aplicaciones siempre y cuando se pulse la función FMS que se corresponde con el sistema de gestión de vuelo, el cual se encarga de algunas acciones comunes como las que te vamos a contar a continuación:
Dirigir el vuelo
Con los parámetros adecuados es posible que un avión se acaba de programar y mantener el rumbo establecido por el piloto antes de empezar a volar. Una vez que se tienen estos datos incorporados, el avión por sí solo podría realizar el viaje si las condiciones atmosféricas son favorables y no es necesario hacer correcciones sustanciales durante el trayecto.
Corrección del rumbo
En ocasiones es necesario la intervención de una máquina para hacer algunas correcciones rápidas con las que el viaje sea mucho mejor. Por eso, el piloto automático se encarga de establecer una altitud, así como una velocidad de ascenso y descenso para que la aeronave se mantenga en esos rangos de manera automática, teniendo en cuenta la situación en la que se encuentra. Estos sirve sobre todo para realizar diferentes correcciones en el rumbo, pero al final si hay alguna condición que imposibilite un buen viaje esto supondría que los pilotos tomen el control absoluto de la nave mientras esta se mantienen en el aire.
Instrumento para mejorar el aterrizaje
Otra de las mejoras que aplica el piloto automático en los viajes en avión es que es capaz de hacer que el avión tome tierra. De nuevo si las condiciones atmosféricas son favorables este podría hacer que el avión aterrizase de manera suave y correcta en cualquier caso. De hecho gracias a las diferentes herramientas situadas en los aeropuertos podría incluso hacer aterrizar la aeronave en situaciones de baja visibilidad lo que supone un plus un par de todos los pilotos que necesitan una ayuda extra para aterrizar.