motor de un cohete espacial

¿Por qué no existen cohetes con impulsión eléctrica?

No es tan fácil.

A quien más y quien menos, alguna vez se le ha pasado la misma pregunta por la cabeza. Si existen los coches eléctricos… ¿Qué pasa con los cohetes eléctricos? seríamos capaces de mandar una nave a la luna o, al menos, hacerla despegar, simplemente con un motos eléctrico (muy potente, por supuesto)? Dicho de otra forma: ¿Por qué seguimos dependiendo del rugido de los motores químicos para llegar al espacio?

La clave está en algo que a primera vista parece sencillo: el empuje. Y es la ciencia quien nos da la respuesta.

Ya existen motores eléctricos espaciales, pero no para lo que piensas.

En el mundo de la exploración espacial sí existen motores “eléctricos”, o al menos una versión de ello. Son los llamados propulsores electrostáticos, que funcionan usando electricidad para acelerar partículas cargadas, que son expulsadas a altísimas velocidades, generando empuje. De hecho, algunos alcanzan velocidades de escape de más de 30 km/s, mucho más rápido que lo que logra un cohete de combustible convencional.

El problema es que no basta con ser rápido, ya que es mucho más importante ser fuerte. Mientras un motor químico puede producir cientos de kilonewtons de empuje, suficientes para levantar cientos de toneladas desde el suelo, un propulsor eléctrico apenas alcanza milinewtons.

Despegue de cohete espacial.
¿Cuánto combustible necesita un cohete para despegar? / Foto: Pexels.

Para que te hagas una idea: ni siquiera levantaría un clip de una mesa. Imagina entonces tratar de poner en órbita una nave de varias toneladas. Imposible.

Ahora bien, que no sirvan para despegar desde la Tierra no significa que sean inútiles. Al contrario, en el vacío del espacio es donde brillan. Allí no hay atmósfera que frene ni una gravedad significativa que vencer. Lo importante no es arrancar de golpe, sino acelerar poco a poco, durante mucho tiempo, de manera constante. Y en eso los motores eléctricos son insuperables.

Un buen ejemplo son los motores iónicos, que han impulsado sondas como Hayabusa y Dawn. Su empuje es tan pequeño que, si los miraras arrancar, parecerían no hacer nada. Pero dales semanas o meses, y esas naves alcanzan velocidades que ningún cohete químico podría sostener. .

También hay proyectos en desarrollo, como el VASIMR, un motor de plasma que promete dar más empuje sin sacrificar demasiada eficiencia. Hablamos de newtons en vez de milinewtons, todavía insuficiente para lanzarnos desde el suelo, pero con un enorme potencial para misiones interplanetarias o para mover cargas entre órbitas.

Coches sí, cohetes no

Esto explica por qué los coches eléctricos funcionan sin problemas. Porque solo necesitan vencer su propio peso y la fricción de la carretera. Los cohetes, en cambio, no son ligeros. Pesan varias toneladas que deben separarse de la  gravedad de la tierra y atravesar la atmósfera a velocidades supersónicas.

Así que sí, los cohetes eléctricos existen, pero no para despegar desde nuestro planeta. Son compañeros eficientes que ayudan a navegar por el espacio una vez estamos allí.

Quizá algún día logremos una tecnología que combine lo mejor de los dos mundos. Pero por ahora, la electricidad nos mueve en carreteras y no sirve para hacer despegar un cohete espacial.

Total
0
Shares
Prev
Construir una casa por día sería posible gracias a este robot
charlotte

Construir una casa por día sería posible gracias a este robot

Un dispositivo capaz de construir casas de 200m2

Next
Dimetilmercurio, así es uno de los químicos más peligrosos del mundo
dimetilmercurio

Dimetilmercurio, así es uno de los químicos más peligrosos del mundo

No te salvas ni con guantes

You May Also Like