La carrera espacial está en un momento importantísimo con todas las misiones que hay pendientes. Un nuevo viaje a la Luna está en camino, lo mismo con la misión a Marte y todo por no hablar de todas y cada una de las sondas enviadas al espacio. Pero todo esto tiene un coste y uno de los más costosos es producir el cohete. Por eso se están haciendo cohetes reutilizables, pero ¿de qué están hechos?
A primera vista, cualquier persona media que vea la inmensidad de estos aparatos pensará que todos están hechos de lo mismo. Sin embargo, hay características que han cambiado a lo largo de los años y que ayudan a que la estructura sea mejor a todos los niveles y, por supuesto, sea más barato producirlo.
¿De qué está hecho un cohete espacial?
Quedarse embobado viendo las imágenes del lanzamiento de un cohete es de lo más normal. Muchos se preguntan ¿cómo algo tan grande se puede poner en órbita y, por si fuera poco soportar todos los cambios que sufre en el camino hacia el espacio? Sin duda es fruto de una investigación enorme en la que los equipos de científicos dan todo de sí para lograr sus objetivos.
Lo primero que tienes que saber es que son muchos los materiales que se utilizan para construir toda la estructura de un cohete. Podemos enumerarte algunos que forman parte tanto del fuselaje como de la estructura, como puede ser el hierro, el latón, el aluminio, plástico o polietileno que en mayor o menor medida tienen presencia a la hora de fabricar este gigante.
Falcon 9’s first stage has landed on the Just Read the Instructions droneship pic.twitter.com/bg6OerL9IG
— SpaceX (@SpaceX) June 4, 2023
Sin embargo, ¿qué hacen tan especiales a los cohetes reutilizables? En esencia, hay dos factores que determinan si estos aparatos tienen varios usos. El primero de todos es el estado tras un lanzamiento, ya que si la estructura cae al suelo y se parte como mucho, se pueden salvar piezas que hayan quedado intactas si es que las hay. El ejemplo más claro lo tenemos en 1981 con el lanzamiento de la primera misión del Columbia, cuyo cilindro tenía partes reutilizadas.
Aquí es donde entra en juego un segundo factor, a donde ya nos vamos a la época más moderna con las aportaciones de Space X. La agencia de Elon Musk ideó un sistema por el que el cohete era capaz de aterrizar por sí mismo en una plataforma para su posterior recuperación. De esta manera se consigue ahorrar costes y examinar el aparato para saber si pueden o no mejorar los sistemas en próximos modelos.
Los cohetes reutilizables no duran para siempre
La carrera por tener un cohete reutilizable ha pasado todas las fronteras. Es decir, que no es algo de la NASA o Space X. En Japón, por ejemplo, ya están trabajando en un cohete reutilizable y en España tenemos el caso del Miura que ha logrado hacer sus primeras pruebas a la espera de mejorar su prototipo en futuros lanzamientos.
Pero una cosa está clara y es que los cohetes reutilizables no duran para siempre. La degradación es notable en cada lanzamiento y puede que su efectividad se vea reducida cada vez que se lanza al espacio. Será tarea de los investigadores buscar una solución a este problema, aunque no cabe duda de que ya es un avance importante.
