La Universidad de Oxford realizó recientemente un estudio del que se concluye que casi la mitad de los actuales puestos de trabajo en los EE.UU. estarán informatizado en los próximos 20 años. La consultora Gartner, por su parte, predice que uno de cada tres puestos de trabajo se convertirá en software, robots y máquinas inteligentes dentro de una década. Y un estudio de McKinsey & Co. calcula que “hasta el 45% de las actividades por las se les paga a las personas para llevarlas a cabo pueden ser automatizadas mediante la adaptación de las tecnologías“.
Sombrío panorama, ¿no?
No destruyen, sino que construyen
Pues no. Como todo, los avances tecnológicos tienen su cruz, pero también su cara. Todos los avances, desde la misma rueda, han supuesto la desaparición de determinados puestos de trabajo (al ser más cómodo, rápido y eficiente hacerlo con una máquina), pero también han permitido la creación de otras muchas profesiones.
Tanto, que se estima (tomando los datos de 140 años de historia) que la tecnología ha creado más puestos de trabajo de lo que ha destruido.
Una batalla histórica
La batalla entre el hombre y las máquinas se remonta a siglos atrás. ¿Son las máquinas las culpables de usurpar nuestros trabajos? ¿O son simples avances que alivian nuestra carga de trabajo?
Un estudio realizado por economistas de la consultora Deloitte pretende arrojar más luz sobre la relación entre el trabajo y el aumento de la tecnología a través de los datos del censo de Inglaterra y Gales desde 1871.
Su conclusión es la contraria a la que muchos pintan: en lugar de destruir puestos de trabajo, la tecnología ha sido una “gran máquina generadora de empleo”.
Para llegar a esta conclusión, Deloitte se basa en hechos como un aumento de cuatro veces en el personal en los bares desde la década de 1950, o un aumento en el número de peluqueros durante este siglo. Datos que sugieren a los autores del estudio que la tecnología ha aumentado el poder adquisitivo de las personas y, por lo tanto, la creación de una nueva demanda y nuevos puestos de trabajo.
¿Cómo y por qué? El progreso tecnológico ha reducido los precios de los productos esenciales, como alimentos, y el precio de los artículos para el hogar, como televisores y aparatos de cocina. El precio real de los coches en el Reino Unido se ha reducido a la mitad en los últimos 25 años, según este informe.
Alivio de la carga de trabajo y más dinero para gastar
Si las cosas cuestan menos, es evidente que tenemos más dinero para gastar en ocio, lo que, a su vez, crea una nueva demanda y nuevos puestos de trabajo. Algo que, según Deloitte, explicaría el aumento de personal en restauración.
Es más, estos investigadores consideran que el debate sobre los efectos de la tecnología en los puestos de trabajo ha estado siempre sesgado hacia los efectos destructores del empleo, quizá por el hecho de que estas consecuencias se observan con mayor facilidad que la de sus aspectos creativos.
Es cierto que se observa claramente que hay sectores más perjudicados, como la agricultura y la fabricación. Pero la reducción de puestos de trabajo en estas áreas se ve compensado por el rápido crecimiento en los sectores de servicios, de atención cuidado, mundo creativo, tecnología y negocios.
No en vano, las máquinas asumen tareas repetitivas y laboriosas, pero según los investigadores no estamos ahora más cerca de la eliminación de la mano de obra que en cualquier momento de los últimos 150 años.
Además, la introducción de la tecnología ha supuesto un aumento de la productividad (como en medicina, educación y servicios profesionales) lo que, según el informe, también ha conllevado un aumento del empleo.
Donde hay tecnología, hay trabajo
Por tanto, podríamos decir que la tecnología no destruye, sino que varía y aumenta el número de puestos de trabajo. Tanto es así que se calcula que solo en Estados Unidos habrá 25 millones de nuevos empleos en los próximos 15 años gracias a la tecnología.
Las razones para este crecimiento habría que buscarlas en que cada vez más empresas tradicionales se están decantando por ofrecer servicios, en muchas ocasiones empujados por lo que están haciendo sus rivales, quienes han tomado la delantera en este sentido.
Además, tendencias como el Internet de las Cosas, las Ciudades Inteligentes o el Big Data también están provocando nuevos puestos de trabajo, ya que es necesario manejar los datos de los sensores. Algo que, a su vez, conlleva un cada vez más rápido desarrollo y despliegue de aplicaciones de software, que también exige gente capaz de analizar los datos.
De hecho, según Gartner, solamente en el área del Big Data se crearon 4,4 millones de puestos de trabajo a nivel mundial durante el año pasado. Y eso que es un terreno muy incipiente en el que aún queda mucho camino por recorrer para que esté plenamente desarrollado y todas las empresas puedan sacar partido de estos avances tecnológicos.
Es decir, que en la medida en que se produce lo que los expertos denominan transformación digital, habrá cada vez una mayor demanda de determinados puestos de trabajo, especialmente programadores, analistas de datos y diseñadores.
Los trabajos del futuro
¿Están todos los nuevos puestos de trabajo relacionados con el software y al mismo tiempo exigen un alto nivel de educación o personal altamente cualificado? No necesariamente, aunque en este campo es donde, de momento, más claro se observa.
Sin embargo, también será cada vez más creciente la necesidad de personas en áreas como la gestión, el marketing, la fabricación, la seguridad cibernética y otras funciones de apoyo.
Según un studio del Banco Mundial, las TIC están creando nuevos puestos de trabajo haciendo que los mercados de trabajo sean cada vez más innovadores, inclusivos y globales.
El Gobierno de Reino Unido publicaba en 2014 una guía con los puestos del trabajo del futuro. Según su análisis, hay una evolución de los puestos de trabajo, con nuevas tareas, nuevos conocimientos y habilidades, además de un cambio de los patrones de trabajo. Algo que conlleva que todo deban actualizar sus conocimientos y habilidades continuamente con el fin de mantener el ritmo de las oportunidades tecnológicas.
Además, el informe asegura que en el futuro se va a producir un aumento de la demanda de perfiles que puedan construir de manera eficiente y otras soluciones ecológicas en la industria, como aquellos que sean capaces de poner en marcha medidas de eficiencia hidráulica, así como la capacidad de manejar y utilizar nuevos materiales.
Es decir, que aunque es cierto que la mayoría de puestos de trabajo necesitarán desarrollar una cierta alfabetización tecnológica (en sanidad para el diagnóstico de la comunidad, los vendedores minoristas en la gestión de datos de los clientes para ofrecer servicios personalizados, o los trabajadores de la construcción para la instalación de tecnologías de generación de nano-energía en edificios), las empresas necesitarán también una fuerte cartera de diferentes competencias, tanto técnicas como de negocios en general y habilidades comerciales.