Es curioso el nivel de masoquismo que el ser humano es capaz de perseguir. No lo digo en el sentido más extremo de la palabra, me refiero a esa mezcla de pavor y diversión que nos produce a veces el plantarnos ante una experiencia que, sabemos a ciencia cierta, va a conseguir que tengamos que cambiarnos de ropa interior.
Con el cine el nivel es altísimo, pero como siempre con el mundo del videojuego vamos un paso más allá, no por estar ante mejores o peores experiencias, sino por la sensación de ser tú el que está controlando la situación aunque sea el juego el que siga el guión al dedillo. ¿Por qué os cuento todo esto? Porque es un día perfecto para pasar miedo a los mandos con estos 5 videojuegos de terror.
Amnesia
Hay dos entregas de este juego y en ambas la gran baza es la misma, intentar mostrarte lo mínimo posible y que la ambientación sea la encargada de tenerte en tensión de principio a fin. Pasillos oscuros y un candil de poca vida serán tus únicos acompañantes mientras el suelo empieza a crepitar a tus espaldas y las puertas y ventanas se cierran a tu paso.
Five Nights at Freddy’s
Una de las últimas sensaciones en lo que a juegos de terror se refiere, y es que la propuesta no podía ser más simple. Te encargarás de vigilar las noches de una pizzería para niños plagada de muñecos animatronic, esos robots que cantan y bailan de la forma más arcaica posible y que aquí, además, se levantan por las noches para intentar atacarte. El problemón viene cuando tu única habilidad se limita a controlar con cámaras de seguridad la posición de los bichos.
Outlast
Lo de colarte a oscuras en un sanatorio es algo que siempre funciona. La estética del lugar y lo que puedes encontrarte recorriendo sus enormes pasillos plagados de camillas, sillas de ruedas y algún que otro pobre diablo abandonado allí a su suerte, te asegura sustos cada dos por tres y un mal rollo en el cuerpo que sólo te quitarás con una sobredosis de películas Disney antes de ir a dormir.
P.T. – Silent Hill
Probablemente la experiencia más aterradora a la que me he enfrentado en los últimos años. Ni siquiera es un juego, sólo una mera demostración promocional de lo que algún día será el nuevo Silent Hill, pero la sensación de agobio y los sustos que se esconden tras cada esquina son capaces de obligarte a apagar la consola para volver a encenderla cuando la luz del día acompañe en el mal rato.
Siren: Blood Curse
Puede que sea el juego más antiguo de la lista y que sus gráficos hayan quedado algo desfasados, pero sin duda alguna sigue siendo uno de los mejores juegos de terror al que puedes acercarte. Una aldea nipona plagada de engendros y lugareños con sed de sangre y un grupo de supervivientes cuya mejor opción para seguir con vida es convertirse en el campeón del escondite.