Windows 11 ha demostrado ser un portento cuando se trata de productividad. Los de Redmond han dado un gol la clave para que el sistema operativo ofrezcan más y mejores funciones a los usuarios gracias a las características que ha desarrollado para que el uso del sistema operativo sea mucho más fluido e intuitivo. Una de las mejoras que llegó gracias a Windows 10 y que prevalece en Windows 11 es la capacidad de crear diferentes escritorios virtuales los cuales te vamos a enseñar a organizar para sacarle todo el provecho al sistema operativo.
Se trata de una característica que te permite configurar el espacio de trabajo según tus necesidades y momentos lo que ayuda en gran medida a agilizar y mejorar la productividad de los usuarios que manejan un ordenador.
Escritorios virtuales, lo mejor para tener diferentes espacios de trabajo y ocio
Tanto si eres un usuario habitual del sistema operativo del arte Redmond como si llegas nuevo es importante refrescar algunos términos antes de comenzar a hablar del sistema operativo que es Windows. Y es que una de las cosas básicas es saber detectar cuál es el escritorio de tu ordenador, aunque es algo muy sencillo ya que hablamos de la primera pantalla del dispositivo que te encontrarás después de que finalice toda la carga y de que inicie sesión en el sistema.
En él encontrarás diferentes elementos como son las restas de iconos y que puedes organizar a tu gusto o la barra de tareas que siempre estará a tu disposición para activar las funciones que necesites cuando las necesites. Desde Windows 10 hay una característica que todos los usuarios tengan a su disposición y que por desgracia ha quedado un poco olvidada pese a su gran utilidad y son los escritorios virtuales.
Se trata de una forma muy interesante con la que puedes organizar Windows a tu gusto, permitiéndote colocar diferentes iconos en cada uno de los escritorios que vayas a generar. De esta manera, aunque el ordenador trabaje como siempre y puedes abrir diferentes aplicaciones en los escritorios para que todo te quede mucho más organizado si es que es lo que estás buscando. Por ejemplo si tienes un ordenador que utilizas para el trabajo y el ocio tal vez te interese y tener en un escritorio las aplicaciones de trabajo mientras que en otro estándar de los juegos aunque este concepto te lo vas a refrescar más adelante cuando hablemos de la gestión de tareas y proyectos de lo que vamos a hablar a continuación.
Cómo configurar los escritorios virtuales para ser más productivos
Una de las cosas más importantes a tener en cuenta cuando toca trabajar desde un ordenador es que todo tiene que estar orientado a hacer los trabajos de la manera más eficiente posible. Para eso es importante aprender a focalizarse en esos elementos que te ayudan a la productividad y evitan las distracciones. Por eso los escritorios virtuales de Windows 11 son una herramienta importantísima para todos los que trabajan con este sistema operativo, pero es importante que tengas en cuenta estos elementos que te vamos a contar a continuación.
Saca partido a los escritorios virtuales ‘infinitos’
Crear un escritorio virtual es de lo más sencillo. Simplemente tienes que combinar la tecla de Windows con el tabulador y te aparecerán no solamente las ventanas que tienes abiertas en el escritorio actual, sino también un pequeño apartado en el que puedes seleccionar la creación de un modo espacio para lo que tú quieras.
Y es que una de las cosas que tienes que saber es que puedes crear tantos espacios de trabajo como quieras. No hay un límite, aunque es cierto que con un mínimo de dos o tres ya puedes diferenciar los diferentes espacios de trabajo u ocio de tu equipo. Ni que decir tiene que en el caso de que ya no quieras utilizar alguno de ellos siempre puedes pulsar en el botón de cerrar típico del explorador de Windows para eliminarlo por completo.
Nombra y mueve cada espacio de trabajo
Una recomendación que te podemos decir es que para tener bien definidos los diferentes escritorios virtuales es que cambies el nombre de cada uno para ubicarte mejor según los que utilices. En ocasiones te tocará crear algún espacio de trabajo temporal y es importante que sepas diferenciar de alguna manera cuáles son los que utilizas de manera habitual y cuáles son los que se pueden eliminar.
También tienes la posibilidad de mover los diferentes escritorios a mano, una característica que podrás activar si pinchas sobre un escritorio, lo mantienes y lo mueves al sitio en que lo quieres dejar. Esto te permitirá ordenarte mucho mejor el espacio de las diferentes secciones en que has dividido tu máquina.
Solo pon los iconos de las apps que vas a necesitar
A la hora de generar un nuevo proyecto con tu ordenador es importante que tengas a mano todas aquellas aplicaciones que vas a usar. A través del icono de inicio de Windows puedes seleccionar varias aplicaciones con las que crear un acceso directo y colocarlas en cada espacio de trabajo de manera independiente. Además, utilizando los consejos anteriores puedes diferenciar entre varios espacios de trabajo y ocio, por ejemplo, dejando a los navegadores solamente en un escritorio las aplicaciones ofimáticas en otro y el apartado multimedia en otro escritorio totalmente diferente.
Ahora que ya sabes cómo sacar provecho de los escritorios virtuales para mejorar tu productividad solamente te queda llevarlo a cabo en tu propio ordenador. Lo mejor de todo es que en unos pocos minutos puedes crear esas diferentes divisiones para empezar a trabajar con ellas. Ten en cuenta una cosa y es que una vez abras una aplicación en uno de estos escritorios el ordenador empezará a consumir recursos por lo que no pienses que si no tienes escritorios activos en un momento determinado con aplicaciones funcionando estas cederán toda la potencia del ordenador al escritorio que sí que está activo, así que utilízalos con sabiduría.