Si eres de los que viviste durante la década de los noventa y los 2000 seguramente te acordarás de los famosos CDs. Probablemente, nos hayamos sido muy lejos, ya que a día de hoy son todavía muchos los que confían en el formato físico y tienen en sus estanterías tanto juegos como películas y series y algún que otro disco de música que puedan reproducir en algún dispositivo compatible, pero lo cierto es que cada vez más el formato físico está desapareciendo. Puede que para muchos esto sea una lástima y con razón, ya que del uso que le han dado algunos de estos CD muchos no saben cómo recuperarlos.
Evidentemente, estos objetos están para utilizarlos, pero la realidad es que si la superficie presenta algún tipo de arañazo muchos dudan de que se puedan recuperar a menos que se ponga en valor el uso de algún sistema que de alguna manera renueve la superficie que se puede leer.
Como se pulse un CD
Si eres de los que da mucha vida a los sistemas de lectura físicos probablemente quieras tener todos y cada uno de ellos en el mismo sitio. No es difícil encontrarse a alguien que tenga una funda en la que se almacenen todos los CDs mientras que las cajas o bien se eliminan o se guardan en otro sitio simplemente por una cuestión de comodidad.
El problema es que estas fundas puede que no sean la mejor de las defensas ante los problemas que puedes recibir a modo de arañazos o fisuras en la superficie de un disco.
En la parte superior donde viene el nombre de este no es un gran problema, pero sí que lo es si se encuentra en la parte lectora. Y es que muchos hemos sufrido en su día cuando un discman hacía girar el disco y llegaba un momento en el que se paraba y volvía a girar y así hasta que o bien lo leía o te daba por echar un vistazo al disco por la parte de abajo para comprobar que todo estuviera bien. En el mejor de los casos simplemente había que limpiarlo y en el peor probablemente había alguna raya que impedía la correcta lectura del CD.
Bien es cierto que una limpieza al lector nunca venía mal de vez en cuando, pero estas fisuras realmente estropeaban la experiencia del usuario hasta el punto en que muchos de ellos optaban por desecharlos ya que la máquina era incapaz de leerlos.
Es entonces cuando muchos recurrían a algunos sitios especializados donde pudieran pulir los discos. El proceso es realmente sencillo, ya que lo realiza una máquina que lo que hace es sacarle una fina capa al CD para evitar los daños más superficiales. De esa manera esta parte se quedaba con un aspecto que parecía que el tiempo no había pasado por el disco ni siquiera el uso.
Pero ¿es conveniente?
Probablemente, esta es la pregunta que muchos usuarios se hacen y que están temerosos de que en algún momento sus discos favoritos sufran un desperfecto lo suficientemente grave como para tener que utilizar esta técnica.
Nuestra recomendación como usuarios habituales por los que han pasado miles de discos por sus manos es que no los pulas a menos que sea necesario. Con esto te queremos decir que si la máquina que reproduce el contenido del disco es incapaz de leerlo porque este objeto presenta varios desperfectos en su superficie inferior, tal vez debas plantearte esta opción si es que ya lo has limpiado con anterioridad.
Como te decimos no es un problema recurrir a esta técnica si lo que quieres es que el disco presente un estado casi impoluto, pero sí que es importante tener en cuenta que si el desperfecto es muy profundo lo más probable es que tengas que plantearte comprar otra unidad de ese disco o regrabar la información que había en su interior.
Así pues, la conclusión queda enteramente a tu criterio, atendiendo siempre a las capacidades que tengan tu lector de seguir obteniendo los datos del disco que has introducido para jugar, ver películas o recuperar recuerdos del pasado