Si recientemente te has encontrado con la situación de tener que comprar un cable para tu ordenador, probablemente te haya sorprendido la gran cantidad de opciones que existen. En muchos casos, incluso aparentemente parecen iguales. Este es el caso de los cables Thunderbolt y USB-C y en este artículo te vamos a contar todo lo que tienes que saber sobre ellos.
Los cables y los puertos Thunderbolt y USB-C no son iguales, aunque sí que guardan importantes similitudes entre sí, especialmente en términos estéticos. Si no estás habituado a tener que trabajar con ellos, es probable que en más de una ocasión te hayas confundido a la hora de identificarlos, especialmente cuando tienes que comprar alguno de ellos. Sin embargo, existen importantes diferencias entre sí.
Pese a que el cable definitivo todavía no existe, la realidad es que tecnología como la USB-C y Thunderbolt nos han permitido acercarnos bastante a este objetivo, ofreciéndonos un excelente rendimiento. En este artículo te contamos cuáles son las principales diferencias entre ambos.
Qué es un puerto Thunderbolt
Los cables y los puertos Thunderbolt actúan como un estándar de conectividad cuya principal característica es que permiten transferir grandes cantidades de datos con una gran velocidad, proporcionar salida de vídeo y cargar y conectar todo tipo de dispositivos. Todo ello con un mismo cable que, además, es muy resistente. Fue creado por Intel y por Apple y, ahora, es compatible con USB-C, uno de los motivos que causan una mayor confusión.
En la velocidad de transmisión de datos encontramos una de sus grandes diferencias, puesto que los cables Thunderbolt permiten transmitir datos a una velocidad de hasta 40 Gbps, muy superior a la de cualquier cable USB-C con la que lo comparemos.
¿Y un puerto USB-C?
Los cables USB-C son uno de los estándares principales dentro del ámbito de la conectividad. Desde hace algunos años, la inmensa mayoría de los fabricantes del mundo los utilizan para todos sus dispositivos, atraídos por su capacidad para transmitir datos y energía hacia y desde un dispositivo hacia otro con un único cable.
Los conectores USB-C se caracterizan por ser simétricos, universales y, además, bidireccionales. Así que podemos introducirlos en ambas direcciones en los dos dispositivos sin tener que disponer de ninguna preocupación extra.
Las principales diferencias
Como hemos podido comprobar, ambos tipos de cables son muy similares entre sí, pero esto no quiere decir que podamos utilizar ambos por igual sin notar diferencias entre ellos. Más bien, al contrario.
La principal diferencia que encontramos entre los puertos y cables USB – C y los Thunderbolt es la velocidad. Thunderbolt nos permite alcanzar una velocidad máxima de hasta 40 Gbps, el doble de lo que nos permite un USB-C si reúne todos los ingredientes para ofrecernos la mayor velocidad posible de transferencia.
Además, también tienen requisitos mínimos de funcionamiento que son más altos. Para recibir la certificación Thunderbolt 4, es necesario disponer de compatibilidad de alimentación, de datos y de vídeo con un ancho de banda constante a los 40 Gbps.
El precio es otra de las diferencias a tener en cuenta. En función del fabricante por el que nos decantemos, es probable que nos encontremos con unos cables Thunderbolt más caros que los clásicos USB-C.
Como hemos podido comprobar, y peses a sus similitudes iniciales, los cables USB-C y Thunderbolt guardan importantes diferencias entre sí. Conocerlas es básico para poder realizar la mejor elección.