Ah, el verano. Esa maravillosa estación del año en la que podemos disfrutar de días soleados, playas llenas de gente, helados a todas horas y, sí, también de nuestros ordenadores a punto de derretirse. Si quieres evitarlo antes de que sea demasiado tarde, no está de más que pienses en comprar un ventilador para el equipo.
Y es que, como imaginarás, el calor no solo afecta a los humanos, sino también a nuestros preciados dispositivos electrónicos. A medida que suben las temperaturas, nuestros equipos comienzan a sudar la gota gorda, o, dicho de otra manera, sobrecalentarse en exceso y funcionar peor. Es ahí cuando la tecnología nos pide a gritos un respiro.
Así que, ¿qué mejor que refrigerarlos con un buen ventilador?
La importancia de elegir un buen ventilador para tu ordenador
Tu procesador está constantemente ejecutando tareas, procesando datos y manejando más información de la que una persona promedio podría soñar. Si a eso le sumas una ola de calor veraniega, cuando las temperaturas empiezan a subir se hace necesario contar con un buen sistema de ventilación para mantener tu ordenador fresco y funcionando de manera óptima.
Aquí es donde entran en juego los ventiladores que ayudan a mantener las entrañas de tu equipo en condiciones ideales.
Consejos para elegir el ventilador perfecto
A la hora de elegir un ventilador para tu ordenador, hay varios aspectos clave que debes considerar:
- Tamaño del ventilador: Los ventiladores vienen en diferentes tamaños, generalmente medidos en milímetros (mm). Los tamaños más comunes son 120mm y 140mm, pero también puedes encontrar ventiladores más pequeños o más grandes. Asegúrate de elegir un ventilador que sea compatible con el espacio disponible en tu carcasa y no compres uno que no quepa-
- Flujo de aire: El flujo de aire, medido en CFM (pies cúbicos por minuto), indica cuánto aire puede mover el ventilador. Un mayor CFM significa más capacidad para enfriar, pero también puede generar más ruido.
- Velocidad y ruido: La velocidad del ventilador se mide en revoluciones por minuto y afecta tanto al rendimiento de enfriamiento como al ruido. Los ventiladores de alta velocidad son más efectivos para enfriar, pero también pueden ser más ruidosos.
- Tipo de rodamiento: Los ventiladores utilizan diferentes tipos de rodamientos, como rodamientos de bolas, rodamientos hidráulicos y rodamientos de fluido dinámico. Los rodamientos de fluido dinámico suelen ser los más silenciosos y duraderos, pero, como imaginarás, también son más caros.
- Compatibilidad y conectores: Asegúrate de que el ventilador que elijas sea compatible con tu placa base y que tenga el conector adecuado (por lo general, de 3 o 4 pines).
¿Y qué pasa si tengo un portátil?
Los portátiles, con su diseño compacto y limitado espacio para ventilación, pueden sufrir aún más con el calor del verano. Aquí es donde las bandejas refrigeradoras se vuelven indispensables, ya que estos equipos no tienen espacio para alojar ventiladores en su interior.
En este caso, hay que fijarse en cosas un poco diferentes:
- Número y tamaño de ventiladores: Algunas bandejas tienen un solo ventilador grande, mientras que otras tienen varios ventiladores pequeños. Un ventilador grande puede mover más aire y ser más silencioso, pero varios ventiladores pequeños pueden ofrecer un enfriamiento más uniforme.
- Ajustabilidad: Busca una bandeja refrigeradora que te permita ajustar la altura y el ángulo. Esto no solo mejora la refrigeración, sino también te ayudará a usar el portátil de forma cómoda.
- Conectividad y puertos adicionales: Algunas bandejas vienen con puertos USB adicionales, lo cual es una ventaja si necesitas más conectividad.
- Materiales y construcción: Las bandejas refrigeradoras de aluminio tienden a ser más duraderas y eficientes en la disipación de calor que las de plástico, que son más baratas.
Cuidado y mantenimiento
Independientemente de que uses un ordenador de sobremesa o un portátil, el mantenimiento regular es crucial para el rendimiento y la longevidad de los ventiladores de tu ordenador.
En este sentido, recuerda que el polvo es el enemigo número uno de la ventilación . Limpia regularmente los ventiladores y las rejillas de ventilación para asegurar un flujo de aire sin obstáculos que haga que el calor se concentre aún más. Además, mantén tu equipo en un ambiente fresco y bien ventilado. Evita exponerlo a la luz solar directa y asegúrate de que haya suficiente espacio donde lo tiene ubicado para favorecer la circulación de aire.
