Tener una cuenta de Facebook ha sido para muchos algo indispensable en los inicios de las redes sociales. En los inicios de la era de Internet era de las más potentes y la única que casi podía hacerle sombra fue Tuenti si hablamos de nuestro país. Sin embargo, la red social de Zuckerberg ha sido la que ha prevalecido a lo largo de los años y a día de hoy se considera incluso una cuenta desde la que iniciar sesión en otros servicios. Es por esto que muchos se preguntan qué es lo que pasa con esas cuentas que has abierto en otros sitios utilizando tu perfil de Facebook.
En los tiempos que corren muchos usuarios no se quieren complicar mucho la vida con inicios de sesión en los que tienes que poner tu correo y contraseña y en vez de eso solamente se acuerdan del que ponen cuando entran en la red social nacida en Menlo Park.
Facebook como inicio de sesión en todos los servicios
Una de las cosas que sigue siendo típicas en Internet es crear un usuario nuevo con el correo electrónico y una contraseña a tu elección. Con el paso de los años los usuarios han decidido simplificar mucho las cosas gracias a que las diferentes compañías han estrechado lazos hasta el punto de que con un perfil en una red social ya tienes acceso a todo lo que en la plataforma te puede ofrecer. La más típica de todas es Facebook donde tenías que darle permiso a la red social que ahora opera bajo el nombre de Meta para que no tuvieras que iniciar sesión con nada más que el perfil asociado.
Y así ha sido para muchos usuarios que simplemente se tienen que acordar de la contraseña y el correo electrónico que han puesto en su perfil para seguir utilizando otros servicios. De aquí se han creado cosas como cuentas, Instagram, y que probablemente es la que más sentido tiene de todas, y sesiones incluso en nuevos usuarios de juegos o servicios online. Es por eso que podemos considerar esta red social como un gran llavero con una única contraseña y correo electrónico para acceder a todo lo que tiene que ofrecer Internet.
Por supuesto, esto tiene una gran desventaja y es que aglutinando tantos servicios dentro de uno solo es muy sencillo que un pirata informático tenga acceso a tu cuenta y de ahí saber cuáles son los servicios asociados y tomar posesión de ellos si quisiera. Probablemente, esta es una de las razones, si no la más importante, por la que muchos usuarios toman la drástica decisión de eliminar su cuenta de Facebook de una vez por todas, aunque esto tiene graves consecuencias.
Adiós a Facebook, adiós a tus perfiles
Probablemente, sabes la respuesta haciendo un pequeño ejercicio de lógica. Facebook puede ser el inicio de sesión perfecto para todos aquellos que quieren entrar de manera fácil y directa a los servicios recurrentes de internet, pero lo cierto es que es un fallo enorme si en algún momento deciden eliminar su cuenta, ya sea por motivación propia o de manera forzada por la intervención de un tercero no deseado.
Y es que al borrar tu cuenta de Facebook seguramente se borren los perfiles asociados a ella. Y es que tiene todo el sentido del mundo, ya que al compartir tus datos personales para iniciar sesión en otros servicios, estos también desaparecerán de esas bases de datos de manera directa. Evidentemente, no tendrás manera de recuperar los datos que has generado en esas páginas de Internet, por lo que estás a merced de lo que ocurra con tu perfil.
¿Puedo salvar mis otras cuentas?
Esto ya es una tarea más titánica y por desgracia no depende directamente de ti en la mayoría de los casos. Dicho de otra manera: puedes pedir a los responsables de los otros servicios ayuda para iniciar sesión de otra manera o asociando otra cuenta de otra red social que te pertenezca, de tal forma que si borras tu perfil de Facebook no tendrás ningún problema a la hora de recuperar los datos generados.
Por supuesto, esto tiene que hacerse mucho antes de tomar la drástica decisión, por lo que tendrás que ir sitio por sitio solicitando este cambio a la atención al cliente correspondiente. Eso y esperar a que validen tu solicitud de alguna manera, ya que no hay ninguna garantía de que las diferentes compañías tienen sus políticas y también la potestad de dejarte o no hacer el cambio.