Estamos en plena época estival un momento que destaca especialmente por las altas temperaturas que hace. Precisamente es un momento en el que hay un montón de desplazamientos por toda la geografía, pero especialmente los que conducen deberán tener su coche a punto para todo tipo de movimientos. Y es que lejos de echar un vistazo a esos puntos críticos que también podrían evitar tu paso por la ITV, muchos se preguntan si es importante reponer el líquido anticongelante en verano.
El sentido como una punta a que este líquido solamente es útil en invierno, pero hoy te vamos a explicar su importancia también en verano.
De qué está hecho el anticongelante
Puede que este sea uno de los puntos más importantes para entender por qué deberías tener siempre el tanque de delante y congelante en un buen nivel. Por desgracia y los límites son muy pequeños, por lo que tan fácil es pasarse del máximo como quedarse por debajo del mínimo. Sea como sea, es un líquido que no deberías descuidar dentro del funcionamiento de tu coche, sobre todo en las épocas de invierno.
Pero ¿qué es lo que le hace tan especial? Para empezar su composición es mucho más sencilla de lo que parece, sobre todo si tenemos en cuenta que tiene única y exclusivamente dos elementos básicos. El primero es el agua destilada que la diferencia del agua corriente por la eliminación de materiales minerales que de otra forma podrían dañar y los circuitos y tuberías a su paso. El otro elemento clave es el etilenglicol, que no es otra cosa que un químico que reduce el punto de congelación del agua al mismo tiempo que aumenta su punto de ebullición.
Además en su composición es normal encontrar otros elementos que también son de gran relevancia como pueden ser alguna serie de aditivos que son capaces de evitar la corrosión y de los elementos por donde pasan así como la acumulación de elementos nocivos para el sistema para su uso correcto.
Los motivos por los que no te debes de quedar sin anticongelante en verano
Como puedes ver, el líquido anticongelante es de gran ayuda en épocas de invierno, pero la realidad es que en verano también es un líquido que debes de tener muy en cuenta de que no baje hasta el punto de quedarte sin él. Ten en cuenta que su uso es prácticamente constante y revisarlo es algo que con hacerlo cada vez que abres el capó es más que suficiente.
Teniendo en cuenta los elementos que te hemos dicho antes sobre la composición de este líquido, puede quedar claro cuáles son los motivos por los que no te debes de quedar sin él incluso en verano.
Evitan sobrecalentamiento del motor
Probablemente, este es el punto más importante de todos, aunque el resto de los motivos que te vamos a dar para que no te quedes sin anticongelante en verano también son importantes. Si nos centramos en este punto y recogiendo lo que decíamos anteriormente es anticongelante, funciona como un retardante cuando hablamos de temperatura.
Al ser capaz de aumentar la temperatura de ebullición de un líquido, lo que consigue es absorber y disipar el calor del motor, evitando que se sobrecaliente y sufra daños más graves.
Protección contra la corrosión
Otro de los elementos más importantes y característicos del líquido anticongelante es que tiene una capacidad realmente imponente para mantener limpios los conductos por los que pasa. Gracias a sus aditivos es capaz de evitar que las tuberías sufran la acumulación de sedimentos microscópicos que pudieran crear algún tipo de corrosión u oxidación en los conductos, haciendo que todos los sistemas funcionen de manera óptima en todo momento.
Lubricación de algunas partes del coche
Otro de los elementos importantes a tener en cuenta es que el líquido anticongelante también funciona como una especie de lubricante. No directamente del motor, pero sí de otros elementos como pueden ser el sistema de refrigeración o la bomba de agua, consiguiendo que su desgaste sea mucho menor durante su funcionamiento y mejorando su rendimiento.
Como puedes ver, el líquido anticongelante es un elemento que realmente importante de tu coche incluso en verano así que no salgas de viaje sin comprobar si tienes suficiente disponible.
