Para todos los que trabajan con medidas exactas hay algo que no se les puede olvidar: una cinta métrica. Da igual que se trate de un trozo de metal enrollado en una carcasa que se despliega para medir o un puntero láser con el que tener las medias exactas desde un punto a otro de una estancia o cualquier otro objeto. Es lo que tiene la tecnología, que cada vez vemos versiones más y más avanzadas y sencillas, como es este anillo de titanio que hace las veces de metro.
Esto es lo bonito de la innovación, que justo cuando piensas que no hay nada que te vaya a sorprender o que un aparato ha tocado su tope puede aparecer una nueva versión. Y como puedes ver, esto también puede suceder en cualquier ámbito de la vida.
De un rollo de metal a un anillo
El sistema de medición actual no es tan viejo como crees. Si, es cierto que tiene su origen en 1795, pero la forma de medirlo ha sido completamente diferente conforme han pasado los años. Tanto que la última revisión que tuvo fue en 1983, cuando se determinó la distancia recorrida por la luz en el vacío en un segundo. Pero esto trasferido a la vida real es lo que pone en tu cinta métrica o regla que tengas a mano.
Todo el mundo sabe utilizar cualquiera de estos dos objetos, pero la realidad es que está en camino un metro de lo más inusual pero útil. Es el caso del Tiroler, un metro hecho de titanio y que tiene la forma de un anillo. Pensarás que no hay forma posible de sacar una medición correcta con este aparato, pero nada está más lejos de la realidad. Según los fabricantes, el metro dispone de dos versiones que te permitirán sacar las medidas en escala imperial o métrica.
Esto hace que haya diferentes formas de medir, claro está, pero hay que tener en cuenta cuándo hay que tomar una medición. Y es que cada vez que se completan 10 cm o cinco pulgadas rodadas el aparato hace una especie clic que el usuario nota por el tacto. De esa forma se suman en función del modelo para obtener la medida exacta.
¿Qué aporta realmente este metro de metal?
Por un lado, el diseño del Tiroler es sencillo y fácil de transportar. Con un peso ínfimo apenas notarás que lo llevas en el bolsillo, pero lo que llama más la atención es que su forma de medir hace que sea realmente accesible en circunstancias en las que la flexibilidad se premia por encima de cualquier cosa. Por ejemplo, tal y como vemos en el video de la parte superior, sastres y arquitectos se pueden valer de la herramienta para medir planos y patrones con formas irregulares que de otra forma sería prácticamente imposible de medir.
De momento, sus creadores están en un proceso de mecenazgo en Kickstarter donde lo han puesto por un precio cercanos a los 60 euros.
