El problema que hay con la basura en los mares y cualquier otra masa de agua es enorme. Ya hemos visto que el uso de plásticos es de lo más dañino por el tiempo que tardan en biodegradarse, y ya no hablamos si los peces los ingieren por error. Pero esto podría dejar de ser un problema en el futuro con la llegada de un nuevo material que es capaz de convertir una bolsa de plástico en alimento para los peces.
Suena raro, aunque es verdad que los comercios y gobiernos se han concienciado y mucho del uso de las bolsas de plástico reutilizables o de otros materiales. Sin embargo, un nuevo estudio ha ido por el lado de la innovación hasta el punto de hacer un plástico aún más respetuoso con el medio ambiente.
VPR, un plástico con memoria
Como sabrás, el plástico es un material de lo más versátil. Es verdad que es flexible, muy maleable y ligero, por lo que es perfecto para la fabricación de diferentes elementos que hagan las veces de contenedores de objetos diferentes volúmenes y propiedades. Sin embargo, se trata de un producto derivado del petróleo, un material que está lejos de ser beneficioso para la vida en cualquiera de sus vertientes. Esto lo saben muy bien todas las ONGs que luchan por limpiar de plástico los mares, llenos en algunos sitios de botellas, bolsas y redes de packs de latas.
Por el momento, habrá que conformarse con los avances que un equipo de investigación de la Universidad de Tokio. Sus hallazgos son de lo más interesantes cuando hablamos del denominado plártico VPR. Si, sigue siendo un plástico, pero presenta capacidades de lo más interesantes como que es capaz de regenerarse de un corte. Para eso sería necesario calentarlo de nuevo, algo que también hace un trabajo espléndido para recuperar la forma que tenía antes de doblarse. Shota Ando, uno de los autores, se muestra contenido diciendo que “el VPR es cinco veces más resistente a la rotura que un vitrimero de resina epoxi típico”.
Por lo tanto hablamos de un material que tiene memoria, lo que le da una característica muy interesante para recuperar su forma anterior después de degradarse.
Bolsas de plástico que se degradan mucho más rápido
Puede todo esto no te parezca de lo más novedoso, pero lo cierto es que hay una propiedad que seguro que ayudará y mucho al mundo. Ando dice que una de las grandes aportaciones que es “puede reciclarse químicamente 10 veces más rápido que el vitrimero típico. Incluso se biodegrada de forma segura en un entorno marino”.
Esto es de lo más importante por el problema que te contábamos antes, ya que multitud de especies marinas han muerto por la presencia de basura en su entorno acuático. De hecho, en los trabajos a la hora de disolverlo, se aprecia que los enlaces moleculares se rompen hasta conseguir su degradación. El tiempo total que tarda en disolverse en el agua del mar son 30 días, por lo que no solo dura poco en este entorno si no que además libera moléculas que hacen de alimento para la vida marina.
