Se dice que los seres humanos solo tienen que hacer tres cosas: comer, respirar y dormir. Son tres acciones que haces todos los días para mantenerte vivo, ya que la carencia excesiva de una las tres puede dar lugar a ciertos desórdenes que dañan tu organismo. Y hoy vamos a hablar de una de ellas porque pocos se dan cuenta de lo que hace al cerebro la falta de sueño.
Muchos piensan que dormir es algo que hay que hacer poco, y es lo que muchos mensajes nos intentan hacer creer. Pero la realidad es que el humano promedio necesita unas horas de sueño porque de lo contrario su organismo se ve seriamente afectado, desde los músculos hasta los propios órganos.
El sueño, una parte esencial de tu día
Vamos a caer en una típica frase para empezar el desarrollo y es esa de que el día tiene 24 horas que puedes distribuir. La forma en que lo hagas depende totalmente de ti, pero debes tener en cuenta que no puedes estar todo ese tiempo activo. Las jornadas laborales tienen unos tiempos, como también los que puedes distribuir con tu tiempo libre y el que dedicas al descanso.
Precisamente, este último tiene que cumplir con unos mínimos tanto de cantidad como de calidad. Y es que la falta de sueño puede afectar tanto a tu vitalidad como al funcionamiento de uno de los órganos más importantes como es el cerebro.
¿Qué pasa si duermo pocas horas?
Hay muchos que tienen por costumbre dormir poco porque afirman que no necesitan más horas. Debes saber que cada persona es diferente y esto varía en función de cada uno, pero por norma general son muchas las dolencias que puedes sufrir si duermes poco.
A grandes rasgos, y de manera generalizada, una falta de sueño constante puede provocar que daños en el hipocampo. Esta zona es de vital importancia por el mero hecho de que es la que se asocia a dos cualidades importantes: la memoria y el aprendizaje. Por lo tanto, en épocas de estudio dormir poco puede afectar a la capacidad de estudio y para tu día a día provoca despistes debido a que no se regenera la conexión entre las neuronas.
Y hablando de regeneración, el insomnio también es perjudicial al tamaño del cerebro. Y es que el descanso es lo que necesita el órgano para que las conexiones entre las diferentes partes del cerebro se interconecten. De lo contrario, se pueden producir fallos importantes que afectan a otros órganos, como por ejemplo una hipersensibilidad en los ojos (provocando destellos aun cuando los focos de luz son nimios) o un cansancio severo que evitará que puedas seguir con tu día.
Si nos centramos en la parte de las dolencias más crónicas, la falta de sueño puede afectar gravemente a su funcionamiento. Si no te han preocupado los problemas anteriores, ten por seguro que problemas como la fatiga o las cefaleas pueden ser aún más constantes y traerte problemas más graves que afectarán a tu vida diaria.
¿Puedo hacer algo para evitar la falta de sueño?
La respuesta más obvia a la pregunta es simplemente que duermas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se necesita unas 6 o 7 horas de sueño diarias y que estén distribuidas en las mismas horas. Preferiblemente, estas horas deben estar asociadas a los horarios de noche, ya que el cuerpo asocia las horas de luz a las de más actividad y por lo tanto interpreta que no es el momento de descansar como lo es por la noche. Esto puede variar en función de tus horarios de trabajo, evidentemente, por lo que es aconsejable mantener una rutina de descanso óptima para afrontar tanto tu jornada laboral como el día en su totalidad.
Otro de los consejos más importantes para intentar tanto regular el sueño como para cogerlo a una hora determinada es empezar a acostarse y levantarse a una hora determinada y sin hacer ningún tipo de siesta larga que afecte a las horas de sueño que tengas cogidas. Para eso es necesario tener claros ciertos hábitos saludables como hacer ejercicio físico, además de no consumir alcohol, te o café antes de las horas de sueño o de lo contrario alterarás tus hábitos.
