En algún momento de tu vida puede quedarse escuchado hablar de la gran cantidad de enfermedades de transmisión sexual que hay en el mundo. Son muchas las campañas de concienciación que se han llevado a cabo con el fin de que tanto hombres como mujeres mantengan relaciones sexuales seguras para evitarlas pero incluso las que a día de hoy tienen cura son capaces de quedarse en el cuerpo humano más tiempo del que deberían. Uno de los casos más habituales es el de la clamidia la cual dejará de ser un problema gracias a una nueva investigación.
Un equipo ha dado con un escondite que la bacteria utilizaba para esconderse y pasar desapercibida a los diferentes tratamientos con antibióticos que de manera habitual la eliminan.
La clamidia ya no tiene escondite al que recurrir
El mundo de los microbios y los virus es de lo más fascinante. La gran mayoría de nosotros lo hemos comprobado después de la llegada del COVID-19, cuando odias y día también los noticiarios sabrían con todas las formas en las que este virus era capaz de penetrar en el cuerpo y dejar su información en él para infectarlo. Esto mismo pasa con las bacterias que en el peor de los casos una persona puede tenerla en su interior y no darse cuenta hasta después de hacerse un análisis.
Son muchas las ETS que campan a sus anchas y que tal vez no sepas que tienes, como puede ser el caso de la clamidia. Por suerte, esta ETS es una de las que tiene un tratamiento con fármacos que garantizan su eliminación, pero es importante saber que puede ser tratada con antibióticos de manera más o menos efectiva. Y tenemos que decirlo con estas reservas, ya que se han dado casos de reinfecciones que no tenían motivo aparente.
Gracias a un equipo de la Universidad de Würzburg en Alemania se ha encontrado algo que podría aumentar la efectividad de los fármacos de manera exponencial. Según comenta el experto en clamidia y microbiólogo Thomas Rudel, “las bacterias encuentran un nicho en el cuerpo en el que aún no son vulnerables, que forman allí un reservorio permanente y que pueden volver a activarse más tarde”. En otras palabras, hasta ahora la clamidia era capaz de esconderse en el cuerpo de su portador hasta que se activase de nuevo. Todo apunta que un tejido de los intestinos era el elegido del microbio para subsistir hasta su reactivación.
Una gran investigación en curso
Con este hallazgo sobre la clamidia, es importante destacar que ya se conocen más detalles sobre cómo eliminarla de una manera efectiva. Ahora, las investigaciones tomarán el curso de ver cuáles son estas zonas de los intestinos para que los tratamientos del futuro tengan más eficacia a la hora de eliminarla del cuerpo de su portador.
