Los robots y las máquinas funcionan muy bien, en ocasiones demasiado. Es cierto que hay deportes en las que hay herramientas motorizadas que pueden ayudar a mejorar las aptitudes de los jugadores como puede ser en el tenis o el fútbol con los lanzadores de pelotas para comprobar la respuesta de los jugadores ante una situación similar a las reales. Sin embargo, hay deportes como el pingpong en el que este robot puede ser la clave para mejorar.
Google ha hecho un experimento que si bien sirve para mantener entretenidos a sus trabajadores cuando no encuentran a alguien con quien jugar en sus ratos libres al tenis de mesa pueden recurrir a esta máquina que no solo devuelve las bolas, si no que lo pone muy difícil.
Reacciones casi humanas
Aunque no te lo creas, hay muchos aficionados al tenis de mesa, un deporte perfecto para los amantes de la raqueta y que no tienen un espacio tan grande a su disposición como para jugar fuera de su casa. En España tenemos grandes figuras de este deporte como son los casos de María Xiao o Álvaro Robles que nos han dado muy buenos partidos en estos últimos Juegos Olímpicos de 2024.
En el caso de estos dos deportistas de élite tienen también donde entrenase, pero lo cierto es que cuando se trata de tener acceso a una mesa para jugar resulta algo incómodo tener que practicar con meros rebotes que te devuelve la propia mesa. En esos momentos seguro que te gustaría tener a mano este nuevo robot que Google ha desarrollado y que es capaz de entrenar contigo al pingpong.
Como puedes ver en el video que acompaña estas líneas, el aparato consta de un motor que mueve un brazo robotizado a los laterales para coordinar el movimiento en función a la trayectoria de la pelota. Por otro lado, está el brazo robótico que gracias a las articulaciones y a una cámara es capaz de adecuar su movimiento para interceptar la trayectoria del objeto y devolverlo para aumentar sus posibilidades de ganar un punto.
Una tasa de victorias de 45%
Los robots son capaces de mejorar con mejores muestras para anticiparse a diferentes situaciones con el mejor éxito. De hecho, la gran G ha logrado que este robot sea capaz de hacer todo o casi todo lo que se espera de un jugador profesional de este deporte. Es cierto que tiene una gran pega y es que no sabe sacar, aunque eso no es un problema cuando se trata de usarlo como robot de prácticas.
Lo que llama la atención es que conforme ha tenido más capacidades ha logrado que su tasa de éxito aumente exponencialmente. Después de jugar nada menos que 29 partidos los resultados son más que prometedores con un 45% de victorias. En ellas logró demostrar que era capaz de dominar técnicas muy variadas desde el control de los globos por parte del adversario como detectar con qué mano está jugando para no equivocarse en el siguiente golpe.
