Cualquier vehículo que te imagines necesita un motor para funcionar. En los últimos años es cierto que se han impuesto los vehículos eléctricos por encima de los de combustión, aunque todavía les queda mucho camino por recorrer para convencer a todos los usuarios de que son más que el presente. Sin embargo, hay otras compañías que piensan mucho más allá de las cuatro ruedas, como es el ejemplo del Rolls-Royce, que ha obtenido una buena suma de dinero para comenzar el desarrollo de su motor más potente hasta la fecha.
La compañía es conocida no solamente por ofrecer coches de alta gama con los mejores materiales sino que también ha creado algunos de los motores más potentes para el mundo de la aeronáutica y muy pronto del transporte espacial con su reactor nuclear.
Coches, aviones y ahora naves espaciales
Son muchas las compañías dedicadas a la fabricación de automóviles que siempre intentan dar las mejores prestaciones a sus clientes en diseño y potencia según los diferentes segmentos. En Rolls-Royce puedes encontrar algunos de los mejores coches del mercado que no tienen nada que envidiar a otros vehículos exóticos ni en potencia y mucho menos en diseño. Pero la compañía no solamente se dedica a los coches como muchos ya sabrán sino que ofrece toda su tecnología al servicio de la aeronáutica.
Muchas compañías han desarrollado sus aviones contando con los motores de Rolls-Royce, pero ahora la firma inglesa quiere pasar al siguiente nivel: el espacio. Es cierto que hay competidoras muy potentes superando ya en el sector pero eso no le resta para ofrecer sus servicios de última categoría con su proyecto más ambicioso, el cual pasa por un reactor nuclear espacial.
Con la ayuda de dos universidades de prestigio
Para muchos esta noticia es más que interesante sobre todo si tenemos en cuenta que la firma nos ha acostumbrado a dar parte de lo mejor en muchos aviones comerciales que circulan día tras día. Pero el objetivo que tiene ahora Rolls-Royce es la creación de un microrreactor que se pueda llevar en una nave gracias a su tamaño portátil. Pero esta no quiere ser una de sus únicas bondades sino que también la potencia que le caracteriza tiene que ser otra de sus mejores características.
Por ese motivo, el planteamiento que tiene es el de usar un reactor nuclear en vez de valerse de la energía solar que muchas otras naves espaciales ya han utilizado con anterioridad como fuente de energía renovable y permanente. De hecho, Rolls-Royce descartó esta opción debido a que las placas solares no producen tanta energía y las baterías y otras fuentes se quedan atrás a la hora de la creación de su pequeño reactor modular o SMR como lo quieren llamar. De hecho, la alimentación de este motor serán pequeños fragmentos de uranio o plutonio enriquecido, carbono y cerámica.
De momento el proyecto está en su fase de desarrollo y la compañía contará con el apoyo de la Universidad de Oxford y la de Bangor para la realización de una primera prueba que está prevista a finales del 2029. Para ello, se han destinado nada menos que 6 millones de dólares para este proyecto, aunque puede que la inversión aumente en el futuro conforme se suceda la investigación.