Uno de los problemas más habituales en un aeropuerto tiene que ver con algo tan esencial como es la visibilidad. Las torres de control se encargan en todo momento de monitorizar cuál es el estado meteorológico para actuar en consecuencia y conseguir que todos y cada uno de los aviones que se dirigen para aterrizar lo hagan de la manera más cómoda y segura posible. Para el común de los mortales, cualquier maniobra en condiciones de niebla o que simplemente impidan la visibilidad correcta de la pista de aterrizaje puede es el motivo suficiente para estar preocupado, aunque por suerte la tecnología ayuda a solucionar este problema.
Hoy toca hablar del sistema autoland un dispositivo que permite a los pilotos de los aviones comerciales tomar tierra con total seguridad aunque no vean la pista de aterrizaje como lo harían en condiciones normales. Tal vez después de leer esto te de más seguridad eso de volar cualquier día sean cuales sean las condiciones.
Volar no siempre es fácil para los pilotos
Para muchos ser piloto de avión comercial es el sueño de toda una vida y por el que han estado estudiando durante tantos años. No es un trabajo fácil sobre todo por el hecho de que detrás de ti están las vidas de cientos de personas, las cuales vas a llevar de un sitio a otro del planeta volando a cientos de kilómetros por hora. Con estos factores se encuentra cualquiera puede sucumbir a la presión que esto supone, aunque podríamos decir lo mismo de todas las personas que en vez de un habitáculo tienen varios compartimentos de carga donde llevar mercancía de un lado a otro.
Y es que el mundo del transporte no es nada fácil, ya sea por aire, tierra o mar, ya que siempre hay condiciones atmosféricas que son realmente adversas y contra las que solo queda mantener la carne y hacer todo lo posible para que el rumbo sea el correcto y llegar al destino sanos y salvos. Esto es así, pregúntese a que me preguntes, pero puede que para los pilotos de aviones esto sea un problema tanto en el momento del despegue como el del aterrizaje.
Tengamos en cuenta que todo parte desde una pista de aterrizaje, la cual, dispone de unos elementos lumínicos que permiten incluso de noche indicar a los pilotos por dónde deben circular para realizar un aterrizaje perfecto. Evidentemente, el instrumental de la nave también hace su trabajo ayudando a los pilotos a tomar las decisiones correctas en todo momento para aterrizar en las mejores condiciones. Pero cuando la visibilidad es poca o nula se declara lo que se conoce como protocolo de baja visibilidad y es aquí cuando entra en juego el llamado autoland.
Para los que se manejen muy bien en la lengua de Shakespeare, habrán notado que esta palabra es la unión de dos que son ‘auto’, que se refiere a un sistema automatizado, y ‘land’, qué significa aterrizar en inglés. Ya te puedes hacer una idea de lo que se consigue con este modo de aterrizaje y lo cierto es que cumple con su nombre. Una vez activado los pilotos solamente se encargan de asistir a la aeronave en caso de que sea necesario en el momento del aterrizaje, ya que es el propio aparato el que es capaz de bajar poner el tren de aterrizaje y realizar la frenada pertinente para que todo el mundo llegue a su destino sano y salvo.
La precisión depende de muchos factores, ¡incluido tu móvil!
Como te puedes imaginar este sistema llamado autoland se vale de la tecnología y la electrónica tanto de a bordo como de tierra para dirigir al avión por la pista de aterrizaje y llegar a buen puerto. Es por eso que la tecnología juega un papel fundamental y de hecho este puede ser motivo más que suficiente para que muchos se tomen en serio eso de activar el modo avión cuando lleguen al aeropuerto de destino.
Como te puedes imaginar cualquier aparato electrónico que no tenga el modo avión activado puede causar algo en interferencia que impida que la máquina tome la dirección correcta para aterrizar por sí misma. Es cierto que el sistema está muy perfeccionado y apenas hay riesgo de que ocurra algo malo, en cuyo caso los pilotos asistirán el sistema para que todo salga como está previsto.