El mundo de la aeronáutica esconde muchos secretos y en ocasiones nos sorprende con elementos realmente interesantes que el día de mañana podríamos ver como algo normal. Las agencias dedicadas a la elaboración de informes y de proyectos dentro del ámbito de la aviación también pone su granito de arena para que no solamente los aviones comerciales salgan beneficiados de sus avances sino también los aviones militares como es el caso del avión X-29 con sus alas colocadas al revés.
El diseño de este aparato es prácticamente el mismo en su parte central a la de otros aviones, pero es en los laterales donde guarda un elemento diferenciador de lo más interesante respecto al resto de los aviones de su categoría.
Un caza con las alas al revés
En ocasiones nos hemos encontrado con los casos más curiosos cuando se trata de crear nuevos conceptos de aparatos que son de lo más comunes. Un ejemplo muy visual tiene que ver con la construcción de los coches cuyos fabricantes y lanzan de vez en cuando ideas que podrían o no entrar en fabricación en algún momento de su historia, aunque por desgracia esto no suele ser así, ya que se tratan de visiones futuristas de nuevos modelos que simplemente hacen soñar a los amantes del automovilismo. Pero esto no es solamente una cosa exclusiva de este mundo sino también de otros segmentos en los que la ingeniería y la mecánica juegan un papel realmente importante.
Otro ejemplo puede ser el de la aviación y es aquí donde en 1984 la NASA presentó al mundo un modelo de caza nunca antes visto por su forma: el X-29. La visión de este aparato era algo distinta a lo que estábamos acostumbrados a visualizar como un avión militar, los cuales ya se fabrican en su gran mayoría como si fueran una sola pieza. Pero en aquellos tiempos la innovación llamaba las puertas de la agencia aeronáutica, tanto que decidieron hacer un modelo de avión con las alas invertidas.
Para muchos este son de locura y de hecho lo es por una cuestión de física. Todo se basa en el principio de la aerodinámica, motivo por el cual las alas de los aviones son más anchas en la parte más pegada al cuerpo del aparato y se desarrollan en diagonal hasta sus puntas, haciendo que la resistencia al aire sea mucho menor y así favorecer el flujo de aire a grandes velocidades. Sin embargo, la NASA hizo todo lo contrario con este aparato, el cual estaba hecho de partes de otros aviones para su construcción, ya que sus materiales eran realmente raros para la época aunque a día de hoy son más que conocidos.
Diseño extraño, mucha maniobrabilidad
Como puedes ver, el x29 era un avión pensado exclusivamente como un nuevo diseño motivo por el que sus alas estaban del revés. Sin embargo, las pruebas de este aparato fueron muy reveladoras a la hora de saber como no fabricar un avión, aunque lo cierto es que no todo era tan malo como se pinta.
Es cierto que poner las alas tiene una posición que no es la que por naturaleza les corresponde puede parecer un suicidio, pero lo más curioso es que trajo consigo aportes interesantes.
Esta construcción hacía que el avión fuera inestable, pero la corrección de sus movimientos se llevaba a cabo de manera electrónica gracias a un ordenador que realizaba 40 comprobaciones por segundo para mantener su colocación correctamente en el aire. Por otro lado, esta posición de las alas trajo consigo un avión realmente interesante para el combate gracias a su gran maniobrabilidad. En el aire era muy difícil de seguir por no hablar de que esto le daban una ventaja de posicionamiento lo suficientemente buena como para poder atacar desde varios puntos de vista con gran rapidez.
Por lo tanto no podemos hablar de un avión fallido del todo pero sí de un invento que a muchos les hubiera gustado ver volar a día de hoy